Sobreseyeron al padrastro de García Belsunce en la causa por encubrimiento

Constantino Hurtig, padrastro de María Marta García Belsunce y último de los familiares que debía ser juzgado por el encubrimiento del asesinato de ésta cometido en 2002 en el country Carmel de Pilar, fue sobreseído definitivamente luego de que la Justicia de San Isidro declaró prescripta la acción penal en su contra.

El fallo es del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Isidro, que consideró prescripta la causa para el médico pediatra porque ya pasaron más de seis años -la pena máxima del encubrimiento agravado, delito por el que estaba imputado-, desde que en 2008 fuera citado a juicio oral.

Hurtig (77) debía haber sido juzgado en 2011, en el segundo debate realizado por el caso, ante el TOC 1 de San Isidro, con el resto de los familiares y amigos imputados por encubrimiento, pero primero una afección cardíaca, luego un problema psiquiátrico y más tarde el riesgo de un pico de estrés, impidieron que fuera sometido a juicio durante los últimos años.

En su fallo -al que tuvo acceso Télam-, los jueces Verónica Di Tommaso, Raúl Luchelli Ramos y Marcelo García Helguera tuvieron en cuenta que “Dino” Hurtig no tiene otras causas pendientes y que “desde la fecha del auto de citación a juicio hasta la actualidad ha transcurrido en exceso el plazo máximo -6 años- para que opere el instituto de marras”, en alusión a la prescripción.

En la parte dispositiva del fallo, los magistrados resolvieron “declarar extinguida la acción penal por prescripción y en consecuencia dictar sobreseimiento” del médico nacido en Rumania pero nacionalizado argentino.

El reconocido pediatra, quien es el segundo marido de la madre de María Marta y padre de John e Irene Hurtig, medio hermanos de la víctima, fue imputado en la causa por el fiscal original del caso, Diego Molina Pico.

El fiscal acusaba a este pediatra de haber participado durante el velatorio de María Marta de una reunión donde se decidió arrojar por el inodoro la famosa “bala-pituto” que habían encontrado debajo del cuerpo de la víctima.

María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido Carlos Carrascosa instaló desde el momento del hallazgo la hipótesis de que había sufrido un “accidente en la bañera”.

Sin embargo, una autopsia practicada recién a 36 días del hecho, comprobó que la mujer había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y el viudo Carrascosa se convirtió en el principal sospechoso para el fiscal Molina Pico y sus familiares quedaron bajo la lupa del encubrimiento.

En un primero juicio, realizado en 2007 por el TOC 6 de San Isidro, Carrascosa fue absuelto del homicidio pero condenado a cinco años y medio de prisión por encubrimiento.

Luego, en 2009, la Cámara de Casación bonaerense modificó ese fallo y condenó al viudo a prisión perpetua como coautor de un homicidio calificado por el vínculo y Carrascosa fue preso al penal de Campana.

En 2011, se hizo el segundo juicio por el encubrimiento del crimen -el que evitó “Dino” Hurtig-, donde el TOC 1 de San Isidro aplicó la pena de cinco años de prisión para el cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli -ya fallecido-; cuatro para el hermano Horacio García Belsunce (h); tres y medio para el hermanastro John ; y tres para el vecino Sergio Binello y para el médico Juan Ramón Gauvry Gordon.

La masajista Beatriz Michelini fue absuelta y los cinco condenados pasaron unos días en la cárcel hasta que fueron excarcelados bajo fianza y aún esperan que el fallo que los condenó sea confirmado o revocado por Casación.

El 27 de noviembre del año pasado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó una revisión del fallo que condenó a Carrascosa en 2009 a perpetua por el crimen de su esposa.

Tras una serie de intentos frustrados de su defensa, el 5 de febrero el viudo abandonó el penal de Campana y comenzó a gozar del beneficio de la prisión domiciliaria con tobillera electrónica en un country de Escobar, luego de cumplir 70 años y pagar una fianza de un millón de pesos.

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