Se entregó ex barrabrava, prófugo por el doble crimen de los colombianos

Ovejero Olmedo (34) quedó detenido a disposición de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, quien desde marzo tiene a su cargo la investigación por el doble homicidio de los colombianos Jorge Alexander Gartner (35) y Héctor Edilson “Monoteto” Duque Caballos (35).

En el marco de esta causa, están detenidos desde el viernes el empresario farmacéutico Martín López Magallanes (47), el ex barra Richard “el Uruguayo Laluz Fernández (47) -quien ya cumplía una prisión domiciliaria en su casa por otra causa- y Jorge Moreira (37).

Desde un comienzo, los mismos cuatro imputados fueron investigados por los fiscales de San Isidro que intervinieron en la causa, Diego Grau y Luis Angelini, quienes trabajaron con la hipótesis de que el doble crimen estaba vinculado al narcotráfico y que los sicarios eran barrabravas de Boca.

La presunción de los pesquisas es que López Magallanes -que fue socio de Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez, y que en 2008 era dueño de la empresa Unifarma- pudo tener motivos para encomendarle los homicidios de los colombianos a “el Uruguayo”, y que éste los organizó con Moreira y Ovejero Olmedo.

El abogado Rodrigo González, que representa a Ovejero Olmedo, precisó a Télam que éste quedó alojado esta noche en la sede de Drogas Peligrosas de la Policía Federal (PFA) y este martes a las 9 será indagado en San Isidro por la jueza Arroyo Salgado.

El letrado explicó que este lunes fueron indagados sus otros dos defendidos, López Magallanes y Moreira, quienes se declararon inocentes frente a la magistrada.

Durante la indagatoria, López Magallanes “se descompuso y tuvo un pico de presión”, por lo que fue internado en el hospital Central de San Isidro con custodia, mientras que Moreira quedó detenido en sede policial.

En el marco de esta investigación, el fiscal de Brandsen Mariano Sibuet acusó por “encubrimiento” y el viernes pidió la detención del ex barra de Quilmes y dirigente kirchnerista Marcelo Mallo y de otro hombre llamado Leandro Giso, luego de que se determinara que un arma hallada en poder del primero y que es del segundo, fue usada para asesinar a los colombianos en el Unicenter.

Sin embargo, ni Mallo ni Giso se encontraban en los domicilios en los que la Policía Bonaerense fue a buscarlos y eran buscados intensamente por las autoridades.

El arma, una pistola Tanfoglio calibre .40, había sido secuestrada en la casa de Mallo en enero pasado por Sibuet, en el marco de la búsqueda de los hermanos Martín (42) y Cristian Lanatta (44) y Víctor Schillaci (35), los condenados por el triple crimen de General Rodríguez que se habían fugado del penal de General Alvear el 27 de diciembre de 2015.

“Cuando supimos lo del arma fue un respiro. Era la primera vez en ocho años que encontraban una línea de investigación”, aseguró González, en referencia a que como sus defendidos afirman que “no conocen a Mallo ni a Giso” entendían que la pesquisa se orientaba en otra dirección.

El doble crimen de los colombianos Duque Ceballos y Quintero Gartner fue cometido el 24 de julio de 2008 en el sector G-2 del playón de estacionamiento del Unicenter Shopping de Martínez, en el partido bonaerense de San Isidro, donde se escucharon varios balazos que generaron el pánico entre los clientes del centro comercial.

Las pericias determinaron que dos fueron los tiradores que se aproximaron al auto de las víctimas y abrieron fuego con dos pistolas calibre .40.

Quintero Gartner murió en el estacionamiento, Duque Ceballos fue trasladado al hospital de San Isidro donde murió horas después, y un tercer colombiano, llamado Julián Andrés Jiménez Jaramillo, fue el único que alcanzó a refugiarse en el shopping y resultó ileso.

Desde el inicio, el crimen fue investigado con un móvil mafioso vinculado al narcotráfico, ya que Duque Ceballos, alias “Monoteto”, tenía antecedentes por drogas en su país.

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