River le ganó a Boca en Mendoza y se adueñó de los clásicos de verano
River Plate se dio anoche otro gustazo al volver a vencer a Boca Juniors 1-0, en la ocasión en la versión del Superclásico que se desarrolló en un colmado Estadio Malvinas Argentinas, en Mendoza. El equipo de Marcelo Gallardo terminó de apoderarse de la Copa Luis Nofal por el gol que convirtió el delantero uruguayo Rodrigo Mora, a los 35 minutos del segundo tiempo.
Los Millonarios ya se habían impuesto por el mismo tanteador ante sus adversarios de toda la vida hace una semana en el José María Minella de Mar del Plata.
Se trató del último partido de la pretemporada para ambos, pero las sensaciones son completamente distintas, dado que, mientras el conjunto del Muñeco muestra síntomas saludables, a Boca se lo ve desmejorado en el juego y en los resultados.
En Boca llamó la atención el bajísimo rendimiento de Carlos Tévez, quien estuvo lejos de su mejor nivel y hasta causó el penal que puso en ventaja a River en el juego de ida.
El partido tan esperado tras las bochornosas imágenes que dejó el violento primer Superclásico del año, esta vez tuvo un comienzo interesante, con la premisa de luchar menos y jugar más. Boca llegaba con bajas sensibles por suspensiones o lesión, en el caso de Daniel Osvaldo, pero así y todo estuvo cerca del gol que necesitaba en el primer tiempo.
Si bien no realizó jugadas preciosas, ni mucho menos, salió a buscar el gol con determinación, verticalidad y bravura frente a un adversario frío, tal vez demasiado recostado en la mínima diferencia lograda hace una semana.
Pesaron especialmente Andrés el Comandante Chávez, el colombiano Frank Fabra, el uruguayo Nicolás Lodeiro y Gino Peruzzi, aunque faltó el salto de calidad que tiene que aportar Tevez.
El Apache tuvo en sus pies una oportunidad clarísima de gol a los 12 minutos de la etapa, tras un centro de Marcelo Meli y un pase de cabeza de Chávez, pero de frente al arco disparó nada más que cerca de la base del palo derecho.
River se acercó a la meta a los 40, de contraataque, mediante un pase largo de Ignacio Fernández y un remate de aire de Mora que pasó cerca del ángulo izquierdo.
Y tuvo otra posibilidad enseguida, a los 44, cuando una palomita del mismo Fernández conmovió el poste izquierdo del arco custodiado por Agustín Orion.
Minutos después de la reanudación, Lodeiro probó de media distancia y exigió la buena respuesta de Marcelo Barovero, abajo y a la izquierda, pero Boca hizo poco más. No fue capaz de sostener la presión que ejerció en la etapa inicial, Tevez fue de mal en peor, los cambios del entrenador Rodolfo Arruabarrena no estuvieron a la altura de las circunstancias y River jugó con creciente comodidad y solvencia.
A los 35 minutos, Gonzalo Martínez pisó con hambre el área del oponente y desconcertó a Sebastián Palacios, quien lo pisó torpemente, por lo que el árbitro Néstor Pitana sancionó penal.
El encargado de la ejecución fue Mora y la capitalizó dirigiendo la pelota al medio con potencia, mientras Orion se arrojaba hacia el caño derecho.
En definitiva, los Superclásicos de este verano le pertenecieron a River y dejaron a Boca preocupado.