Con cerca de veinte años de experiencia en el mercado, Raysar S.A. llegó a Avellaneda para ofrecer sus servicios de almacenaje y resguardo de documentación, mediante su Centro de Archivo ubicado en French 332, con capacidad para cien mil cajas.
 
Si bien la empresa nació en 1994 ofreciendo soluciones a la hora de almacenar mercadería, el comienzo de la nueva etapa con los »archivos» surgió cuatro años después, con mucha imaginación y de manera «artesanal».
 
«Fue un intento de sacarle provecho a un espacio que teníamos libre en nuestro depósito de mercadería de Almagro. Como no le podíamos sacar renta, intentamos buscarle la vuelta y decidimos hacer un archivo de documentación», explicó la gerente de la empresa, Inés Paker.
 
Los inicios de Raysar en ese «nuevo rubro» fueron a pulmón. Con mucha paciencia y dedicación, fueron armando la infraestructura con los estantes y el software correspondiente para responder a las consultas posteriores de sus clientes.
 
«Éramos súper artesanales, todo casero; con mi secretaria le pegábamos las etiquetas a cada caja, sudamos la gota gorda porque empezamos bien de abajo. Es muy lindo recordar cómo empezamos porque fue todo un sacrificio», resaltó Paker.
 
Con el paso de los años, Raysar fue sumando experiencia y clientes, por lo que el local de Almagro empezó a quedar chico y comenzó a buscar nuevos horizontes para no detener el crecimiento. 
 
«A Avellaneda llegamos en junio de 2011 y elegimos esta ciudad porque era cerca de la Capital, tenemos el puente que es rápido -agregó- y para muchos de nuestros clientes, que están en Puerto Madero, este lugar es más cómodo».
 
«Estamos contentos porque tenemos un crecimiento vegetativo, es decir que nuestro clientes crecen, no solo conseguimos nuevos», aseguró la gerente de la empresa.
 
Para consultar y acceder a los servicios de Raysar S. A., las empresas pueden establecer un contacto mediante la web (www.raysar.com.ar.)
 
A partir de allí, los interesados reciben un catálogo con el tamaño de las cajas y luego ellos determinan, más o menos, cuantas de ellas van a necesitar. Caso contrario, se les puede pedir a los entendidos de Raysar que calculen sus requerimientos.
 
«Cuando les mandamos las cajas, también le mandamos un contrato de locación, el cual es casi un formulismo, es para dejar legalmente escrito que existe una relación, pero cuando el cliente quiere dejar la empresa, lo puede hacer sin inconvenientes», explicó Paker.
 
En todos los casos, el cliente puede llenar las cajas del modo que desee o bien pedirle a Raysar que, mediante su equipo de clasificadores, disponga una adecuada manera de archivar la documentación.
 
Consultada sobre las consultas de archivo que pueden hacer las empresas, Inés Paker resaltó que Raysar ofrece dos modalidades: una consulta dentro de las 24 horas y otra, urgente, dentro de las dos horas siguientes.
 
En cuanto a los períodos que ya se pueden archivar, Paker fue más que clara: «Todo, no hay límites de fecha, de cuando quiere hasta cuando quiere».
 
«Es más -agregó la gerente de Raysar- como por ley hay que guardar los papeles por diez años, algunas empresas nos piden destruir  la documentación que tiene más de una década, para poder tener más lugar en el archivo».
 
Finalmente, cabe destacar que las amplias instalaciones de Raysar cuentan con protección contra incendio, compuesto de matafuegos e hidrantes; y un sistema de seguridad permanente, el cual está a cargo de una empresa privada conectada con la Policía Federal.
 
Eficiencia, seguridad, y soluciones económicas a los problemas de espacios que tienen las distintas empresas, es lo que convirtió a Raysar, en una de las firmas líderes del sector.