Rajoy prometió no dejar caer a ninguna entidad financiera y pidió a la Unión Europea por el euro

El mandatario español dijo que no va a haber rescate para la banca española y pidió a la Union Europea un mensaje claro sobre la vigencia de la moneda común.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró hoy que “no va a haber ningún rescate a la banca española”, en una jornada en el que el riesgo país de España escaló hasta los 513 puntos, el máximo histórico desde la creación del euro.

La desconfianza de los inversores se disparó debido a las dudas que genera el plan de saneamiento de la cuarta entidad financiera del país, Bankia, cuyo rescate por parte del gobierno de Mariano Rajoy será el más caro de la historia del país.

Bankia reveló el pasado viernes que necesita 19.000 millones de euros adicionales para sanear sus cuentas, que se suman a los 4.456 millones que la entidad ya recibió del Estado y que el Ejecutivo español convertirá en acciones, de ahí que anunciara recientemente su “nacionalización”.

El Ejecutivo inyectará en Bankia en torno a 23.000 millones de euros, mientras el país afronta el mayor ajuste presupuestario de la democracia, que afecta derechos sociales básicos como el sistema de salud y educación, en aras de reducir su elevado déficit público.

En su primera conferencia de prensa en solitario desde que llegó al poder hace cinco meses, Rajoy defendió hoy la decisión de su gobierno de “nacionalizar” Bankia y aseguró que “la alternativa era la quiebra” de la entidad.

“No vamos a dejar caer a ninguna comunidad autónomas (corre el rumor de un rescate a Cataluña), porque no se puede, igual que no se puede dejar caer a ninguna entidad financiera porque sino se cae el país”, subrayó.

Sin embargo, Rajoy no reveló como se inyectarán los 19.000 millones de euros que necesita Bankia, pero aseguró que “el dinero que se va dar a Bankia no va a influir en el déficit del Estado”.

Según trascendió a la prensa, el Ejecutivo tiene preparado un nuevo plan de privatizaciones que afecta servicios públicos como ferrocarriles, aeropuertos, puertos y las Loterías del Estado, con el que pretende ingresar unos 30.000 millones de euros.

En este marco, Rajoy negó que el alza de la prima de riesgo, que mantiene a España en “zona de rescate”, tenga relación con el anuncio de que Bankia necesitaba más dinero público y atribuyó la desconfianza a los problemas de la zona euro.

En ese sentido, Rajoy reclamó a Europa “un mensaje sobre la irreversibilidad del euro”. “Hay que dejar claro que no habrá marcha atrás con el euro”, dijo el presidente del gobierno español, quien además exigió que se “disipen” las dudas sobre Grecia.

Pero al mismo tiempo, negó rotundamente la posibilidad de acudir al rescate de Europa para ayudar a sus bancos: “No va a haber ningún rescate a la banca española”, remarcó.

Y en el plano interno, el jefe del Ejecutivo defendió la actuación respecto a Bankia al tiempo que descartó la creación de una comisión especial de investigación en el Congreso para depurar responsabilidades, entre ellas las del ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, quien abandonó la presidencia de la entidad al borde de la quiebra.

“La decisión que se adoptó sobre Bankia tiene objetivo, en primer lugar, garantizar los ahorros y, en segundo, sanear la entidad y recuperar confianza de los inversores”, afirmó Rajoy, quien calificó de “ejercicio de transparencia” que la entidad haya revelado cuánto dinero necesita.

El gobierno español intervino la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), el pasado 9 de mayo, para garantizar su solvencia debido a que se trata de la entidad más grande del país con mayor exposición a productos considerados “tóxicos”, es decir, créditos difíciles de recuperar, provenientes del mercado inmobiliario.

La operación, que se anunció como una “nacionalización”, supone la conversión de un crédito que el Estado hizo a la entidad en acciones.

“Cuando Bankia esté saneada y recapitalizada se va a vender y por tanto se va a recuperar la inversión”, subrayó Rajoy en respuesta a quienes se oponen a que se inyecte dinero público en la banca.

Las fuerzas políticas opositoras de la izquierda parlamentaria exigieron una comisión de investigación en el Congreso para analizar la crisis de Bankia, pero el gobernante y derechista Partido Popular (PP), que cuenta con mayoría absoluta, vetó la iniciativa.

El líder del Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, quien apoyó inicialmente el rescate de Bankia, dijo hoy que no respaldará “con los ojos cerrados” un nuevo aporte de dinero, por lo que pidió explicaciones a los directivos de la entidad ante la una situación que calificó de “barbaridad”.

Por su parte, el líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, denunció que PP y PSOE tienen un “acuerdo tácito” para evitar que se investigue “a fondo” el origen de la crisis financiera en entidades gestionadas por consejeros de ambos partidos.

En tanto, tras quedar suspendida su cotización el pasado viernes, las acciones de Bankia abrieron hoy con una caída del 26,75%, lo que dejó el precio del título en 1,15 euros, aunque luego se recuperó y cerró a 1,36 frente (-13,06%) a los 1,57 del pasado jueves.

En julio de 2011, cuando las acciones de Bankia –fusión de Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, y otras menores- debutaron en la Bolsa, el precio era de 3,75 euros por título, con lo que los inversores han perdido en torno a 64% del valor.

Como consecuencia de las dudas que sigue generando el sistema financiero español, el riesgo país o prima de riesgo- diferencial entre el bono español a diez años y el alemán (de referencia) al mismo plazo- escaló hasta los 513 puntos (cerró 511), el máximo desde la creación del euro, con un rendimiento del 6,4%.

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