Prisión perpetua al ex catequista por el crimen de su ex novia

Un ex catequista fue condenado hoy a prisión perpetua por asesinar de 18 puñaladas a su ex novia, la estudiante de Letras Noelia Delic, el 6 de octubre de 2010 en el partido bonaerense de Avellaneda.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Lomas de Zamora condenó en un fallo unánime a Lucas Ezequiel Martínez Rudaz (24) por el delito de “homicidio calificado por alevosía” de Delic, por considerar que era “absolutamente indudable” su participación en el hecho.

Con la ausencia tanto del imputado y su defensora oficial, Irene Raquel Silveti, así como del fiscal que actuó en el juicio, Bernardo Schell, la secretaria del Tribunal leyó durante dos horas los fundamentos del fallo condenatorio.

Los jueces Guillermo Puime, Pedro Pianta y María del Carmen Mora, consideraron que las pruebas “por demás elocuentes” surgidas en el debate les permitieron asegurar que es “absolutamente indudable que el imputado le dio muerte a Noelia Delic”.

“La joven muerta era un gran ser humano” que se encontró en el lugar del hecho ante Martínez en “evidente estado de indefensión”,sostuvo el tribunal.

Uno de los principales argumentos vertidos por los jueces para acreditar la culpabilidad de Martínez fue una carta que envió desde la cárcel a una amiga de la víctima, llamada Yamila Comesaña, a quien le confesaba que en “cinco minutos de locura” había perdido “todo”.

La carta, sobre la que se realizó un peritaje caligráfico que demostró que había sido escrita por Martínez, fue tomada en cuenta por el Tribunal como “definitivamente incriminatoria”.

Además, los jueces descartaron la versión vertida por el propio imputado durante el juicio, quien manifestó que había sido amenazado por la policía para autoinculparse.

Si bien el imputado decidió no presenciar el veredicto, la sala de audiencias de la planta baja de los Tribunales de Lomas de Zamora estuvo colmada por unos 70 familiares, amigos y conocidos de la víctima, cada uno de los cuales llevaba un cartel colgado del cuello con una foto de la víctima y leyendas como “Justicia para Noelia Delic” o “Prisión perpetua”.

Una vez que el presidente del Tribunal Guillermo Puime dio por terminada la audiencia, se pusieron de pie y comenzaron a aplaudir, mientras que los padres de Noelia, Pedro y Graciela Delic, se abrazaban con lágrimas en los ojos.

“Se hizo mucha justicia, siento mucha paz”, dijo Graciela a la prensa aún dentro de la sala, al tiempo que agregó que “no tienen que quedar dudas que cuando una mujer dice no, es no” y que su hija “dijo no y ese no lo mantuvo con su vida”.

Por su parte, Pedro Delic agradeció al tribunal por el fallo y resaltó que más allá de su satisfacción también sentía “dolor porque él (el condenado) también va a tener que pagar”

“Me hubiera gustado que me hubiera contado por qué, cuál fue la razón, no hubo arrepentimiento. No necesitaba hacer eso, podría haber venido a hablar conmigo si hubiera necesitado algo”, dijo Pedro, en referencia a la ausencia de Martínez en la sentencia.

Noelia Delic (24) estudiaba Letras en la Universidad Católica Argentina (UCA), era docente de Lengua en el Instituto religioso Loreto, de Sarandí, e integraba el grupo juvenil de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Avellaneda, donde el acusado había sido catequista y sus padres oficiaban de acompañantes en los peregrinajes que los fieles realizaban a la Basílica de Luján.

La víctima y Martínez se conocían desde el jardín de infantes y habían terminado en buenos términos una relación sentimental que habían mantenido entre principios de 2005 y diciembre de 2007, casi tres años antes de cometido el asesinato.

El crimen fue cometido el 6 de octubre de 2010, alrededor de las 15.30, en el hall de entrada de una casa ubicada en Otero 258, de Villa Domínico, donde la chica fue encontrada gravemente herida por su novio, Ezequiel Camarano, que la trasladó junto con un primo a la Clínica Modelo de Quilmes, donde murió.

Los jueces determinaron hoy que Martínez le había aplicado a la joven unas 18 puñaladas en el cuello, en la zona lumbar y tórax, además de la tráquea rota y luego escapó.

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