Prevenir y ayudar en lugar de especular

Escribe el Dr. Juan Manuel Casella

Las inundaciones que afectaron de manera dramática a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, de La Plata y de distintas zonas del Gran Buenos Aires, no sólo provocaron muertes y daños de enorme dimensión en el patrimonio de miles de afectados, sino que además nos colocaron frente a un espectáculo deplorable: el gobierno nacional y las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires, en un intercambio de culpas recíprocas, reaccionaron en función de los intereses electorales de cada uno de ellos, con total desprecio por el interés de los afectados y por la verdad objetiva.

Lo único real consiste en que la tormenta provocó la muerte de por lo menos treinta y tres personas, además de ingentes daños materiales. Frente a un drama de esa dimensión, el único camino consiste en unir fuerzas para auxiliar a las víctimas y para evitar la repetición de consecuencias similares frente a episodios de dimensión parecida, que serán más frecuentes, según lo anticipan los metereólogos: no se trata de aprovechar la ocasión para atacar al adversario electoral. Se trata de comprometerse en la prevención de fenómenos extraordinarios que implican enormes consecuencias. Es decir, se trata de gobernar bien para la gente y no de sacar provecho de los dramas de la gente.

Un párrafo especial para La Plata: ¿a quién le va a echar la culpa el gobierno nacional? El Justicialismo gobierna desde 1987 sin interrupciones y no ha sido capaz ni siquiera de prevenir y de auxiliar a las víctimas. Seguramente, algo tiene que ver con ese fracaso el hecho de que la coparticipación federal es cada vez menor y una gran parte de los recursos provinciales es destinada a pagar campañas publicitarias del Gobernador.

Dr. Juan Manuel Casella
estudiocasella@cpacf.org.ar

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