El jueves pasado, en el Club Gral. Mitre, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, junto a algunos miembros de su gabinete se reunió con numeroso grupo de vecinos del barrio Quinta Galli y dos jefes policiales de la Departamental.

Según relataron a La Ciudad los vecinos que participaron de la reunión, el tema tratado fue la angustiante situación por la gran cantidad de robos en casas del barrio por parte de bandas armadas; que presumen serían de la zona, ya que contarían con inteligencia del barrio.

Tal como testimoniaron varios damnificados, en el último mes hubo varios domicilios literalmente vaciados a plena luz del día, manteniendo a las familias amenazadas de muerte, tanto adultos como niños.

Como los vecinos saben que los objetos robados luego deben ser reducidos de alguna manera, insistieron a las autoridades que se soliciten a los fiscales que actúen de oficio, allanando los sitios en donde se presuma que esas bandas se refugian.

También aseguraron que un «motochorro» solitario, que también sería de la zona (varias víctimas lo tendrían identificado), arrebata a las mujeres del barrio con la tranquilidad de quien se siente impune.

Los vecinos aseguran que tanto el intendente como los jefes policiales se comprometieron a potenciar sus esfuerzos, pero reconocieron que el problema más serio es la poca cantidad de personal que se dispone, pues la policía provincial no está logrando reclutar nuevos aspirantes de manera significativa. Por caso, señalan que en Avellaneda hay la misma cantidad de policías que hace quince años.