Reclaman arreglos urgentes en el camino de acceso a la Escuela Rural Nº 47

La asociación encargada de realizar el transporte de los alumnos dejó de prestar el servicio, por el estado intransitable de la calle de tierra que bordea el canal Santo Domingo, única vía de entrada y salida del establecimiento educativo. Una problemática seria ya que numerosos chicos de familias de bajos recursos no podrán concurrir a clases.

La Asociación Patronal de Transportistas Escolares y Afines de Avellaneda, encargada desde hace varios años de trasladar a los alumnos de la Escuela Rural N° 47, ubicada en la zona de las quintas, expresó un enérgico reclamo por el intransitable estado del único camino de acceso al tradicional establecimiento educativo de la zona costera.

Según relatan los integrantes de la asociación, ya han presentado «innumerables quejas» ante el Consejo Escolar de Avellaneda, organismo encargado de contratar el servicio de transporte en nombre de la Provincia de Buenos Aires, sobre el pésimo estado del camino, y del «peligro que representa para la integridad de los alumnos, sobre todo los días de lluvia o de neblina espesa, muy común durante todas las mañanas de la época estival».

En rigor, una recorrida por la calle Juan B. Justo, que nace a la altura de la Calle Baradero, bordeando el canal Santo Domingo, conocido también como Arroyo Domínico, muestra un estado lamentable de la calle de tierra, con profundos pozos y ondulaciones, que se agrava por el incesante tránsito de camiones.

Además, la asociación señala que muchas veces «se ha pretendido solucionar el problema rellenando el camino con escombros, que vienen acompañados de hierros de construcción, maderas con clavos y toda clase de residuos, que al ser desparramados por una máquina niveladora , lo único que logra es hacer más peligroso el traslado, ya que esos restos punzantes en varias oportunidades han hecho estallar los neumáticos de los micros, con el consecuente riesgo para los alumnos y el perjuicio económico que esto representa para el transportista, teniendo en cuenta que la Provincia de Buenos Aires adeuda el canon desde el mes de noviembre del 2009 hasta la fecha».

Por otra parte, los responsables de la A.P.T.E.A.A. invitan a los funcionarios a viajar «junto a los alumnos un sólo día, para constatar la cantidad de polvo que las criaturas y maestras aspiran en todo el recorrido, como consecuencia del residuo de cal, cemento, polvo de ladrillo y tierra que levantan constantemente los camiones, tornándose el aire por momentos irrespirable en el interior del micro».

Por los motivos expuestos, la asociación informó desde la semana pasada dejó de prestar el servicio de transporte, por lo cual «los alumnos que necesitan imprescindiblemente del traslado en el micro no están concurriendo a clase – con todo lo que ello implica, ya que muchos de ellos desayunan, almuerzan y meriendan en la escuela – ante la imposibilidad de hacerlo por un camino intransitable, que muchas veces pone en riesgo su integridad».

Un problema serio que requiere una urgente y definitiva solución.

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