Poetas de la ciudad

Un activo protagonista en la sociedad y en la literatura en los años ’80 y ‘90. A.J.G.

Río inmóvil
(Fragmento)

La tangente involucra mi nívea propuesta;
perdida sonámbula de tierras coloradas.

Río abajo claudicó el acopio,
mientras asordina el fuelle por mi dolor adoquín, lamido acariciante, bondadoso, amigo.

Corrompe, suena el pífano
duelo íntimo del farol coturno,
imposible miseria de lejanía postergada,
descubierta y soberbia,
vigilada por los muros múltiples,
cansinos, que encierran un alma, general o incierta, donde penden magistrales misterios áulicos
y ofrendas oasis de palabras verídicas.

Pululan, ululan, indelebles desatinos,
marejada de su yumba y fuga,
mientras serpea el agua atardecida
por los vetustos zanjones de pétrea memoria

Entre el éxodo y el misterio
desciende la niebla vesperal, marejada de tu vis,
río horizontal, mujer,
ignoto de lamento fluvial,
barranca encerrada en mi glándula,
contrincante farragosa.

La lluvia muerde la andanza progenie,
palacio sobre mí, fuerte nombre,
mientras ignoro tu rostro incesante,
macabra manera de añorarte;
ósteo prendido en mí;
manos intensas, tus rostros persiguiéndome.

Cuanto en mí llevo mudo,
en vos, río inmóvil, dejo:
soy uno más, pero el único.

Aun los seres paralelos
no te hallaron, milenario relieve ahincado,
regocijante en el sorbo, alegre en el aroma
de desvestir tu nombre, de imprimirlo en cada pétalo,
Río de la Plata.

Juan Carlos Nigro

Escritor, periodista y dramaturgo. Ejerció la docencia en varias instituciones y universidades. Integró la SADE y fue cofundador de sus talleres literarios. Recibió numerosas distinciones por sus trabajos. Libros: “Liturgia de mediodía” (1987), “Pasión de Manuela Campana y otros cuentos” (1996), “La lucha de los maestros”, entre otros.

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