“No podemos dejar que todo lo que conquistamos sea perdido. No podemos dejar que se vuelva al desempleo, que se retroceda con los aumentos de salarios. ¡Brasil salió del mapa del hambre! No podemos volver atrás”, dijo enfática la mandataria durante una caminata rodeada de seguidores en las calles de Belo Horizonte, donde nació, dentro del estado de Minas Gerais.

Entre las “conquistas logradas”, Rousseff mencionó la Política de Valorización del Salario Mínimo, y la ley que determina la expropiación de tierras sin indemnización de propiedades urbanas o rurales donde se compruebe la práctica de trabajo análogo a la esclavitud.

A días de que Brasil decida quién gobernará en el próximo período, la campaña toma fuerza en las calles con caminatas y militantes que acompañan los actos. En ese marco, Rousseff destacó hoy la importancia que Belo Horizonte tuvo para su formación política, convirtiéndose en una luchadora por “un Brasil más equitativo y desarrollado”.

En tanto, la ambientalista Marina Silva, principal opositora de Rousseff, llega a la recta final de la disputa debilitada por los ataques que enfrenta por parte de sus rivales. La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), que entró en la campaña luego de la muerte del socialista Eduardo Campos y llegó a conquistar un 34 por ciento de las preferencias, tiene ahora un 25 por ciento, según la encuesta MDA que la ubica a Rousseff primera con 40,4 % de los votos, y en una segunda vuelta, necesaria si ningún candidato supera el 50 % de los votos, Rousseff sería reelegida con un 47,7 %, frente al 38,7 % de electores que apoyaría a Silva.

La caída de Silva se debe a la ofensiva de sus rivales, la presidenta Rousseff y el senador socialdemócrata Aecio Neves, quien marcha tercero y aspira a superar a Silva y avanzar a la segunda ronda.

La estrategia de Neves y Rousseff de presionar a Silva volvió a quedar evidente durante el debate entre los candidatos, realizado anoche por TV Record. Durante el programa, Rousseff acusó a Silva de mentir a los electores al afirmar que, cuando era senadora, votó en favor de un impuesto sobre movimientos financieros, mientras que Neves, dijo que, cuando formaba parte del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Silva se calló sobre la estrategia de la agrupación de lanzar “ofensas” contra sus rivales en elecciones.

Según los analistas políticos, citados por la agencia DPA, el gran desafío de Silva en los últimos días de campaña será el de mantener vivas sus posibilidades de avanzar a la segunda vuelta y luego intentar aprovechar la campaña hacia el balotaje para imponerse sobre Rousseff.

Las encuestadoras no realizan sondeos para verificar la reacción de los electores a los debates de televisión, pero la analista Tereza Cruvinel se manifestó hoy convencida de que el debate de anoche “favoreció a Dilma”, ya que Silva “no logró disimular la pérdida de energía y el cansancio por el combate”.

La analista apuntó además que, de repetirse esa situación en el debate de la noche del jueves en la TV Globo -que cerrará formalmente la campaña electoral-, ello podría favorecer a Neves, “quien apuesta todo por superar la distancia de nueve puntos que lo separan de la ex senadora (Silva) para quitarle el cupo hacia la segunda vuelta”.

El debate también generó una fuerte polémica en la comunidad homosexual y activistas de derechos humanos que se unieron ante las declaraciones formuladas por uno de los candidatos, Levy Fidelix, del Partido Renovador Laborista Brasileño.

El postulante embistió con dureza contra los homosexuales, al ser preguntado por su rival Luciana Genro, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), sobre su posición frente a las demandas de legalización del casamiento gay. “Tengo 62 años y, en base a lo que he visto en mi vida, sé que dos iguales no generan un hijo. Y digo más: perdóneme, pero el sistema excretor no reproduce”, disparó Fidelix, quien suma menos del uno por ciento de las intenciones de voto.

Las palabras del candidato generaron una ola de manifestaciones en las redes sociales y convocatorias a una serie de actos de protesta contra Fidelix, mientras que el diputado Jean Willys, representante de comunidades homosexuales en la Cámara Baja, informó que presentarán una denuncia contra el candidato.