Niegan la prisión domiciliaria para el único detenido por el triple crimen de General Rodríguez

Un Tribunal Oral en lo Criminal de Mercedes rechazó beneficiar con una prisión domiciliaria a Martín Lanatta, el único imputado que aún permanece detenido por el triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cometido en 2008, en General Rodríguez.

La decisión fue tomada este jueves por el tribunal 2 mercedino, integrado por los jueces Fernando Bustos Berrondo, Graciela Larroque y Marco Barski, quienes el año que viene llevarán a cabo el debate por los homicidios de los tres empresarios.

En una audiencia oral, el TOC rechazó el pedido de prisión domiciliaria presentado por el abogado Roberto Casorla Yalet, defensor del acusado, por considerar que “la prisión preventiva es lo más razonable para este tipo de delitos”.

Al comienzo de la audiencia, que se prolongó por poco más de media hora, presentaron sus argumentos el propio Casorla Yalet y el fiscal que instruyó la causa, Juan Ignacio Bidone.

Primero, el defensor de Lanatta solicitó “una alternativa a la prisión preventiva y pidió la prisión domiciliaria” para el acusado y propuso que se incluyera “la tobillera electrónica” si es necesario.

Casorla Yalet fundamentó su pedido “en el tiempo que lleva Lanatta detenido y en la igualdad de condiciones con los otros tres imputados que con la misma imputación, hace un tiempo que están libres y así llegarán al juicio oral”.

Luego, el fiscal Bidone rechazó el planteo de la defensa y consideró que el acusado podría entorpecer el desarrollo de la investigación y escapar.

Tras un breve cuarto intermedio de cinco minutos, los jueces decidieron rechazar el planteo y mantener la prisión preventiva de Lanatta, ante quien sí se comprometieron en acelerar los tiempos para poder realizar el debate oral en 2012.

De esta manera, Lanatta (37) regresó a la Unidad Penal 23 de Florencio Varela donde se encuentra preso y deberá aguardar que se lleve a cabo el juicio en el que también estarán sentados en el banquillo de los acusados su hermano Cristian Lanatta (36), y los hermanos Víctor (30) y Marcelo Schillaci (29).

Martín Lanatta es el único imputado que quedó detenido ya que a los otros tres fueron liberados en marzo de 2010 por decisión de la Sala III de la Cámara de Apelaciones de Mercedes.

Sin embargo, los cuatro serán juzgados por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada por su comisión mediante violencia y amenazas en concurso real con homicidio agravado por su comisión con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de más de dos personas -tres hechos-, todos enlazados materialmente entre sí”.

En abril pasado, al elevar la causa a juicio, el juez de Garantías de Mercedes, Marcelo Romero, expresó que “se encuentra acreditado que al menos cuatro sujetos coparticiparon funcionalmente en la ejecución de un plan criminal previamente acordado”.

Con ese fin, según el magistrado, llevaron a cabo, “en base a una distribución de roles, tareas preestablecidas que comprendían privar ilegalmente de la libertad mediante el empleo de violencia y amenazas y dar posterior muerte a Ferrón, Bina y Forza”.

Según la instrucción del fiscal Bidone, Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35) fueron convocados el 7 de agosto del 2008 a una reunión en el hipermercado Wal Mart de la localidad bonaerense de Sarandí.

Se cree que de allí fueron llevados -bajo su consentimiento o privados de la libertad- hasta la casa de Cristian Lanatta, ubicada en la calle Videla 631, de Quilmes.

Los pesquisas sospechan que las tres víctimas fueron asesinadas a balazos y luego sus cuerpos fueron guardados en algún freezer hasta que finalmente fueron arrojados en el zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados seis días después.

El caso destapó en aquel momento el tráfico de efedrina, uno de los principales precursores para producir anfetaminas.

Para el fiscal Bidone, el móvil de la masacre fue triple: los negocios que realizaba una de las víctimas en mesas de dinero, la compra-venta de medicamentos truchos y el tráfico ilegal de efedrina junto a narcos mexicanos.

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