Murió el dibujante Eduardo Ferro

A la edad de 93 años falleció el historietista y dibujante Eduardo Ferro, quien nació en Avellaneda y desde hace años residía en Don Bosco.Sin duda, un auténtico maestro de la historieta, el dibujo, el humor gráfico. Todos lo llamaban Fierrito, un diminutivo para testimoniar el cariño que se supo ganar desde la veta del humor.

Fue ilustrador, historietista, humorista, escritor. A los 16 años debutó en la revista El Purrete, del periódico Buenos Aires Herald.

Era un amante del fútbol y su segundo trabajo fue un personaje ligado a este deporte: Don Pitazo, con publicaciones en la revista La Cancha. El ingreso a la Editorial Quinterno significó un momento consagratorio. En la revista Patoruzú Semanal aparecían sus dibujos, también firmaba trabajos con el seudónimo Yayo, lo mismo en el Libro de Oro de Patoruzú y Patoruzito.

Allí surgieron los grandes personajes de Ferro, como Langostino, Bólido, Tara Service, Pandora y Pampa Bárbara entre otros.

En el caso Bólido, Ferro alguna vez explicó que el personaje fue pensado de una manera y terminó representando la expresión contraria. Porque nació en la época de los «fierros» con el automovilismo deportivo, y la expresión se enlazaba con la velocidad que desplegaban esos vehículos, pero el vulgo la asimiló a lentitud de entendederas, y Bólido terminó expresando a alguien poco inteligente.

«Bólido era muy despierto pero no tan rápido para decidir, se tomaba su tiempo y eso generó el cambio de definición en el público. Hay mucha gente que es lenta para definirse pero que encierra una enorme inteligencia. Sólo es cuestión de saberla esperar» dijo en un reportaje periodístico.
Langostino fue otro de sus personajes preferidos por el público, ese marinero vestido con camiseta a rayas, único navegante del barco Corina, quien visitó lugares increíbles como Futbolia o Sincerilandia y fue el personaje predilecto de Ferro.

En los años 40, en el diario La Razón, comenzó a dibujar otro personaje famoso como Chapaleo, que fue conocido en toda América Latina.Como docente desparramó sus conocimientos desde 1983 y por doce años en la escuela de Dibujo de Carlos Garaycochea, tarea que «le gustaba con locura» como solía decir.

En 2004 casi 300 dibujantes argentinos lo homenajearon de un modo especial: redibujando, cada cual a su manera, las quince primeras páginas de la historieta Langostino, a partir del guión original. Los pares declararon a Ferro como Maestro de maestros, y la exposición fue en el Centro Cultural Recoleta.En octubre de 2006 recibió en Madrid el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos, con el auspicio de la Universidad de Alcalá de Henares y el Ministerio de Cultura de España. El premio distingue a humoristas gráficos españoles e iberoamericanos, cuya obra haya tenido especial significación social y artística.»

Desde el chiste gráfico de una sola viñeta hasta la historieta humorística más sofisticada Ferro pone en poético manifiesto las virtudes y defectos del ser humano en particular y de la sociedad en general « dijo el jurado español para fundamentar el premio.

Muchos de sus discípulos y admiradores han destacado la obra de Ferro, entre otros Guillermo Mordillo y entre los más contemporáneos el dibujante Nik, quien fue su alumno.

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