La institución educativa ya nos tiene acostumbrados a presentar actividades innovadoras y por demás interesantes como las Brigadas Ortográficas, el desafío matemático X+Dolto o la carta al Juez Griesa. En esta oportunidad y teniendo en cuenta la dura situación económica que atraviesa nuestra sociedad, se cambió el matiz, pasando de lo puramente didáctico a lo solidario, ya que con la ayuda de las familias del colegio y de los cientos de inscriptos en el evento, se logró acopiar gran cantidad de alimentos no perecederos.

Domingo soleado, cielo despejado, alumnas, alumnos, docentes, familiares, vecinos. Aproximadamente mil participantes se reunieron (y unieron) gracias a la propuesta que impulsó, una vez más, el Colegio Françoise Dolto.

Desde las nueve de la mañana, la institución esperaba a cada uno de los y las participantes con un escenario que no solo sorprendía, sino que generaba entusiasmo a todo el que pasaba por allí: un arco de salida atravesando el asfalto de Lamadrid y una gran cola de inscriptos aguardando por su acreditación.

Previo a la largada, la comunidad educativa y avellanedense acercaba su colaboración para la campaña solidaria. Cajas y bolsones se colmaban de alimentos que serían destinados a la fundación Pelota de Trapo, de la localidad de Gerli, y el comedor Rinconcito de amor, de Villa Tranquila. Vecinos que transitaban las calles de la ciudad y veían esto, arrimaban su interés y se unían a la solidaridad del colegio y las familias, aportando a la donación que la institución promovía.

Los participantes ya estaban listos. Pecheras verdes y naranjas que el colegió aportó, distinguían cuál era el trayecto elegido: quienes portaban las primeras, recorrieron 1 kilómetro, comprendido el mismo por las calles Estrada, 25 de Mayo, Zeballos y Lamadrid; los portadores de la segunda, emprendieron el trayecto de 3 kilómetros y transitaron las calles Estrada, 12 de Octubre, Gral. Roca, Dardo Rocha, Ricardo Gutiérrez, Beguiristian, Gral. Roca, Dardo Rocha, Av. Mitre y Lamadrid. . Esta mini maratón familiar con esta modalidad permitió que grandes y chicos disfrutaran cada uno a sus propios ritmos.

Ambos recorridos iniciaban en la entrada del colegio, donde los y las docentes del departamento de Educación Física (Gabriela Pita Omar Corradini, Gabriel Catalano, Mauro Gonzalez, Matías Medina, Norberto Piaggi y la seño Angie) preparaban a cada maratonista con una entrada en calor de otro color, brindándoles una mini clase de zumba y ejercicios de estiramiento que disfrutaron hasta los más chicos.

Empezaba la cuenta regresiva y el camión de bomberos voluntarios de Avellaneda se ponía en marcha para encabezar la primera Corre-Caminata solidaria del Colegio Françoise Dolto, en la que, además, contribuyeron el Rotary Club de Avellaneda, la Cámara de comerciantes y productores de Avellaneda, La Revista “Jugá de Local”, Transportes López, Librería El Ángel, Estampados RAR, Othon viajes, Marconi Hogar, Optica Maipú, Gráfica Mansilla, Grafica Franco, Carpas Cigana, Compusur, la Flia. De Lorencini, Lady Comfort, Soderia Fernández y la Librería Grupo XXI.

Minutos más tarde, en la entrada de dicha institución, finalizaría el evento. Trofeos en alza, entrega de premios y sorteos no fueron los únicos triunfos de esta jornada, que inundó al domingo y a las calles de la ciudad de fuerza y entusiasmo. Más bien, cada uno de los participantes con su colaboración y unión, su compromiso, y con su acompañamiento obtuvieron ese premio al que se llega no son con ello, sino con posibilidad e iniciativa: la sensación que deja la oportunidad de ayudar.

En el cierre, hubo música, varios reconocimientos y como agradecimiento por la colaboración prestada, se sortearon muchos regalos donados por los comerciantes de la zona y varios viajes a diferentes lugares. En definitiva, un domingo familiar y a puro sol en el que la solidaridad de los avellanedenses dijo presente.