Argentina derrotó a Suiza por 3-1, en Berna, en el primer partido amistoso del combinado nacional en el año. La Albiceleste no jugó bien, pero tuvo a un Lionel Messi inspirado para quedarse con el triunfo en una nueva prueba de cara a la reanudación de las Eliminatorias Sudamericanas.

El encuentro arrancó con la sorpresa de un combinado local ordenado y bien arriba para presionar casi a la altura del área rival. Incluso, en la primera jugada tuvo una buena chance para abrir el marcador con un remate de Blerim Dzemaili que terminó en las manos de Sergio Romero.

Los dirigidos por Alejandro Sabella tuvieron algunos problemas para manejar la pelota y tardaron en acomodarse. Los mejores momentos de la Argentina llegaron con los espacios que dejaba la defensa europea y la sociedad que formaron Messi y Sergio Agüero, los dos mejores.

A los 19 minutos llegó la apertura del marcador, justamente con una acción combinada entre la Pulga y el Kun. El jugador de Barcelona llevó el balón, recibió una devolución exquisita de taco del delantero de Manchester City y definió con un zurdazo letal que terminó en el fondo del arco.

La ventaja en el marcador emparejó las acciones, le dio algo de tranquilidad a la Albiceleste y provocó algo de desesperación en Suiza. La otra chance para estirar la diferencia volvió a generarse en los pies de Messi, con una nueva asistencia de Agüero, y la definición sin éxito.

El conjunto comandado por Ottmar Hitzfeld no merecía perder: era un poco más claro con la pelota, parecía estar más ordenado y también tuvo sus situaciones. Las más claras fueron disparos de Xherdan Shaqiri, Ricardo Rodríguez y Granit Xhara que salieron muy cerca del arco de Romero.

La vuelta al campo de juego dejó preocupación por la ausencia de Rodrigo Braña (fue reemplazado por Fernando Gago). El mediocampista de Estudiantes habría sufrido un esguince en una de sus rodillas y será sometido a una serie de estudios para determinar el grado de la lesión.

En el complemento, el seleccionado local llegó al empate a los cuatro minutos. Todo nació de una supuesta falta sobre Agüero, que el árbitro alemán Florian Meyer no sancionó, y terminó con una gran definición de Shaqiri luego de que Mehmedi le pifiara cerca del punto del penal.

Después, la Argentina no encontró los caminos y sus avances murieron en una firme línea de fondo suiza. Las únicas alternativas antes de los goles fueron un latigazo de Gago que detuvo Diego Benaglio y una muy buena media vuelta sin espacios de Agüero que sacó Diego Benaglio al corner.

A los 42 apareció otra vez la figura de Messi para cambiar solo el rumbo de la historia. La Pulga aprovechó un error en el fondo rival y avanzó con la pelota en los pies hasta la salida del guardametas, luego picó el balón con mucha categoría y festejó tras el previo rebote en el travesaño.

En el segundo minuto de descuento, cuando parecía no haber tiempo para nada más, Francois Affolter le cometió una falta dentro del área al ingresado Gonzalo Higuaín. El encargado de ejecutar la pena máxima fue Lío, que por primera vez marcó tres goles con la camiseta celeste y blanca.