En el marco de una situación económica acuciante para grandes porciones de trabajadores y sectores vulnerados, el gobierno nacional recibe reclamos de diversos sindicatos para que reabra paritarias en un año donde se estima que la inflación será de al menos 30%. Mientras la tensión aumenta, el Poder Ejecutivo quiere descomprimir la situación y analiza llevar el salario mínimo a $12.500.

De este modo, convocará a mediados de agosto al Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil para propiciar un nuevo frente de negociación en el cual pretende aumentar un 25% el sueldo de base que hoy se encuentra en $10.000, muy por debajo de lo que cuesta la canasta básica alimentaria.

Algunos sindicatos ya adelantaron que pedirán un 30% de incremento en base a la devaluación y la pérdida de poder adquisitivo. De hecho, ayer el Indec publicó que la inflación fue de junio 3,7%, la más alta de los últimos 25 meses. Por ese motivo, sostienen que el valor del ingreso se debe ubicar por encima de los $18.000.

Cabe recordar que el Salario Mínimo, Vital y Móvil impacta sobre unos 300 mil trabajadores que no están bajo convenios colectivos o se encuentran “en negro”. Asimismo repercute sobre unos 400 mil planes sociales y a mediano plazo tracciona sobre la cuota de los créditos hipotecarios UVA.

Durante la negociación en 2017, como no llegaron a un acuerdo por la oferta exigua tanto del gobierno como de los empresarios, el Poder Ejecutivo resolvió decretar un aumento para llevar a $10.000 en tres cuotas el salario.