Maduro llegó a la Asamblea Nacional poco después de las 13.15 (las 14.45 en la Argentina), de la mano de su esposa, la exprocuradora general de la República Cilia Flores, y fue recibido por el presidente y los vicepresidentes de la AN, Diosdado Cabello, Blanca Eekhout y Darío Vivas, y por el alcalde del distrito federal de Caracas y jefe de la campaña electoral, Jorge Rodríguez.

Antes de entrar al edificio, Maduro y sus acompañantes escucharon un breve fragmento del himno nacional, ejecutado por una banda militar.

Una vez que el mandatario electo ocupó su lugar, fueron entrando al recinto de sesiones los diversos mandatarios y altos funcionarios extranjeros invitados -entre ellos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner-, quienes fueron mencionados de a uno por el locutor oficial y muy aplaudidos por todos los que colmaban el lugar.

En tanto, pocos minutos antes de que Maduro llegara a la sede del parlamento, arribó al aeropuerto de Maiquetía (a unos 45 minutos de Caracas cuando hay poco tránsito en la autopista, cosa que no es frecuente) el avión que trajo al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

RESPALDO POPULAR

Decenas de miles de simpatizantes chavistas colmaban este mediodía los alrededores de la sede de la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela, donde el presidente electo Nicolás Maduro asumirá el cargo.

Como es usual en las concentraciones del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gobernante, la absoluta mayoría de los manifestantes vestía remeras y gorras rojas, y muchos de ellos portaban banderas venezolanas o llevaban brazaletes con los tres colores patrios.

En muchas remeras, gorras y pancartas estaba presente Hugo Chávez, el líder muerto el 5 de marzo pasado, tras gobernar el país durante 14 años.

“Vinimos a darle un apoyo contundente a Maduro porque vamos a defender el legado de nuestro comandante”, afirmó la mirandina Ivon Romero, según reportó la agencia noticiosa estatal AVN.

Agregó que mandatario electo “va a gobernar con el pueblo y este legado continúa con el pueblo, con más fuerza”, porque “ésta es la patria de (el libertador Simón) Bolívar, la patria de Chávez, la patria de Maduro”.

“Aquí estamos acompañando al presidente del pueblo, al presidente de la paz, aquí va a continuar el legado de Chávez”, remarcó Olivia Quintana, otra de las asistentes.

“Estamos con el pueblo, estamos para defender la Constitución nacional; viva Maduro, viva Chávez y hasta la victoria siempre”, dijo una persona que se identificó como profesor de la Universidad de la Seguridad.

Los manifestantes que rodeaban el camino vallado sobre la calle a la que da el acceso principal de la Asamblea ovacionaron a las autoridades y personalidades extranjeras que iban llegando para asistir a la ceremonia, y algunos de éstos, como el expresidente hondureño Manuel Zelaya, conversaron un rato con aquéllos.

RECUENTO

Al clima de calma tras la tensión que siguió a los comicios del domingo contribuyó decisivamente el hecho de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptara anoche que se efectúe el conteo manual de los comprobantes de todos los votos electrónicos del domingo.

Maduro se impuso por una diferencia de 262.473 votos, equivalentes a menos de dos por ciento de los sufragios válidos, al líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski, quien advirtió que no reconocería el resultado hasta que se escruten los recibos de todos los votos.

La Ley de Procesos Electorales establece que se deben contar todos los votos electrónicos y 54 por ciento de los comprobantes en papel que el sistema entrega a los votantes y que éstos deben depositar en las cajas de resguardo (urnas).

No obliga ni prohíbe que se audite el resto de los recibos.

No obstante, pese a que Capriles manifestó su satisfacción por la decisión del CNE, los diputados de la oposición anunciaron que no asistirán a la jura de Maduro, debido a dos medidas adoptadas esta semana por Cabello.

El presidente de la AN afirmó el martes, en plena sesión, que no concedería el uso de la palabra a aquellos legisladores que no reconocieran el resultado de la elección del domingo, y un día después destituyó a todos los opositores que presidían comisiones parlamentarias.