El ser humano se encuentra en diálogo constante consigo mismo, son estos diálogos internos con nosotros mismos a lo que llamamos pensamientos.

Estos pensamientos son de importancia capital dado que serán la fuente inspiradora de nuestras acciones y de éstas, emergerán de manera inevitable los resultados. Se trata de una ecuación perfecta pero incompleta como veremos más adelante.

Estos resultados emergentes de nuestras acciones serán los deseados o no; si son los deseados, nuestras expectativas serán cumplidas y nos encontraremos en el estado de plenitud, que es el estado en donde nada malo podrá ocurrirnos, nos sentimos pletóricos, felices, completos y fundamentalmente sanos.

Pero si los resultados son los indeseados, las expectativas no se cumplirán y caeremos en el estado de vulnerabilidad, este estado nos conducirá al estrés, a la angustia, a la desazón y a la enfermedad. Este estado de vulnerabilidad nos elevará la tensión arterial, la glucemia, el colesterol y todo lo que nos enferma y perjudica.

El estado de vulnerabilidad NOS ENFERMA.

En la medida que los resultados de nuestras acciones no sean los esperados, nuestros pensamientos estarán de manera congruente relacionados a estos resultados, es así que profundizaremos nuestros estados emocionales disfuncionales y con esta frase irrumpe el otro elemento de extraordinario valor en la estructura de los diálogos internos, que son las emociones de las personas, ahora si la ecuación se ha completado.

Son las emociones de cada quien las que dictan los diálogos internos de las personas: qué nos decimos, cómo nos lo decimos. Son estas emociones y estados emocionales los que condicionan nuestros pensamientos y nos hacen elegir las palabras que nos decimos. ¿Cuál es la interpretación que le damos a los sucesos cuando nos pasa lo que nos pasa?.

Epicteto, filósofo griego representante de los estoicos que vivió casi toda su vida en calidad de esclavo dijo:
NO ES LO QUE NOS SUCEDE LO QUE NOS AFECTA, SINO LO QUE INTERPRETAMOS Y PENSAMOS SOBRE LO QUE NOS SUCEDE.

Y es esta interpretación lo que modifica nuestro estado emocional con la participación de la amígdala como estructura anatómica determinante.

Por consiguiente debemos corregir nuestras emociones desencadenadas desde la interpretación emergente desde nuestras creencias y que determinan nuestra manera de pensar frente a lo que sucede, si nuestras emociones no son funcionales, nuestros pensamientos serán tan disfuncionales como ellas.

“Por qué sentimos lo que sentimos, pensamos como pensamos y nos va como nos va”.

La PNL es una excelente herramienta para lograr que nuestro mundo emocional trabaje a nuestro servicio, para comprendernos y auto conocernos de manera más plena, pero como toda destreza se debe de aprender, se debe de incorporar conocimientos y prácticas para el logro de lo expuesto como objetivo, en caso contrario todo en la vida seguirá igual, en un mundo en donde lo constante es el cambio.

Prof. Dr. Julio César Gloazzo
Médico Master Trainer en PNL

Co-fundador de la Medicina Neuro Linguística

Co-autor del libro “Cuando las palabras también curan”