Los alumnos del Pellegrini no dejaron entrar al rector y se agrava el conflicto en el colegio

Un grupo de estudiantes de la Escuela Carlos Pellegrini, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, no dejó entrar este miércoles al establecimiento a sus autoridades en el marco de una toma con dictado de clases en reclamo de una mayor participación en las decisiones académicas y administrativas.

El vicerrector interino a cargo del colegio, Raúl Juárez Roca, suspendió las clases, declaró nula toda actividad que se pueda efectuar dentro de la escuela y denunció a los alumnos que toman la escuela ante la Asesoría Tutelar de Menores para que se adopten medidas para resguardarlos ante cualquier contingencia.

El secretario del Centro de Estudiantes del colegio Federico Fernández dijo que “tomamos la medida de no dejar entrar a las autoridades porque están absolutamente deslegitimadas frente a la comunidad educativa, nunca respetaron los reglamentos y avasallan nuestros derechos a peticionar ya que nos amenazan con la policía para impedir las asambleas”.

Las autoridades del Pellegrini llegaron a las 10.30 a la escuela pero un vallado de estudiantes les impidió ingresar, por lo que se originó una tensa situación con los adolescentes quienes, apoyados por un grupo de docentes, discutieron con el cuerpo directivo.

Juárez Roca suscribió un acta ante un escribano y anunció que informaría de la situación ante las autoridades judiciales de menores, por lo que los docentes lo acusaron de querer judicializar la protesta.

Los profesores agrupados en la Asociación Gremial Docente desoyeron el anuncio del rector y comenzaron a dictar clases. En este sentido, el dirigente estudiantil aseguró que “el 70% de los docentes estuvo en las aulas”, mientras que Juárez Roca afirmó que “no fueron más de 40 que tuvieron reiteradas inasistencias desde el 9 de marzo pasado”.

Fernández destacó que “los preceptores responden al gremio de CTERA por lo que no pasan listas, nosotros controlamos esta situación especialmente para evitar que cualquier persona pueda entrar a las aulas”.

El conflicto entre estudiantes, un sector docente y el rectorado de la Universidad de Buenos Aires comenzó con el inicio del ciclo lectivo cuando el rector Jorge Fornasari designó a un grupo de profesores en forma interina, sin recurrir a concursos.

Esto generó la protesta de los profesores agrupados en la Asociación Gremial Docente (AGD), quienes reclamaron que no se designen cargos “a dedo”, razón por lo cual realizaron varias medidas de fuerza en los últimos dos meses.

Los estudiantes se sumaron al reclamo, y la par de las designaciones por concurso solicitaron obras edilicias y mayor espacio para el centro de copiado y el buffet. Sin embargo, su pedido central se basa hoy en conformar un Consejo Directivo con la participación de todos los claustros para decidir las políticas académicas y administrativas, tal como ocurre en las facultades.

“No vamos a levantar la medida hasta que el rectorado convoque a una mesa de diálogo en la que la comunidad educativa en su conjunto discuta los problemas que tiene el colegio”, dijo Fernández y aseguró que “no aceptaremos que se nos convoque en forma separada ni soluciones parciales”.

El dirigente estudiantil destacó que “los rectores no cumplen con los que le reclama la comunidad educativa y la toma se mantendrá hasta que el rectorado nos dé las respuestas que les piden todos los sectores del colegio” EL secretario general de la AGD, Jorge Bulacio, aseguró que los profesores “se plegaron a la toma con dictado de clases” y añadió que ahora “se dan clases con más normalidad que antes, lo que demuestra que toda la comunidad del Pellegrini defiende un proyecto educativo de excelencia”.

Por su parte, Juaréz Roca dijo a Télam que “el colegio no puede funcionar sin autoridades dentro del establecimiento y lo que hicieron los estudiantes de no dejarnos pasar es un acto inconstitucional porque cercenaron nuestro derecho a trabajar”.

“Lamentablemente por la posición de un grupo de docentes se corre el riesgo de que los alumnos pierdan el ciclo lectivo y ante la imposibilidad de pasar a ejercer mis funciones ya declaré nulo todos los actos académicos que puedan realizarse dentro de la escuela”, dijo el vicerrector.

El directivo sostuvo también que “se han dado todos los pasos que quisieron, inclusive había pautada ayer una reunión con los estudiantes para tratar el tema de las faltas y de las obras edilicias pero me comunicaron que no iban a asistir y que tomaban el colegio con dictado de clases”.

“La intransigencia no es de parte nuestra, siempre se los convocó a una mesa de diálogo para solucionar los problemas del colegio, pero los estudiantes no pueden calificar una gestión de mala cuando sólo hace dos meses que estamos al frente de esta escuela”, resaltó el vicerrector.

Además “esto excede todo reclamo por mejorar la escuela. Acá es obvio que hay un trasfondo político porque los problemas que plantearon los estamos resolviendo, pero lo que no podemos tratar es la intención de que la escuela funcione como una unidad académica, eso es algo que nos excede”.

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