La universidad argentina tiene la responsabilidad de participar, enriqueciéndolos, en los grandes debates colectivos. Esta idea, que comparten los rectores nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), se manifiesta con particular contundencia en el documento «Las universidades públicas propiciamos una política de Estado en educación superior», aprobado por el Plenario de ese organismo y presentado a quienes se postulan para conducir el gobierno argentino en el próximo periodo, con una importante serie de propuestas para consolidar y profundizar lo realizado en estos doce años. El CIN propició, para ampliar la base de participación, apoyo y consenso de esta propuesta, un debate abierto en todas las universidades públicas, como un modo, además, de recoger inquietudes y promover un compromiso activo de la comunidad universitaria argentina.

En ese marco, la Universidad Nacional de Avellaneda llevó adelante, el jueves 24 de setiembre, una serie de debates transversales a todas las carreras, con una importante participación de docentes, estudiantes y no docentes, coordinados por Secretarias, Secretarios y Decanos de los distintos Departamentos de Enseñanza, en las tres sedes de la UNDAV: España, Piñeyro y 12 de octubre.

En los interesantes debates promovidos, además de recoger opiniones, ideas y perspectivas referidas a la educación superior, se hizo evidente la vitalidad democrática de nuestra universidad, dando cuenta que un nuevo paradigma de la educación superior está en formación. Ello se desprende tanto el documento del CIN —que marca un punto muy alto de acuerdos y desafíos— como del vivo interés que despertó en la comunidad universitaria. Una Comisión Ad-Hoc se aplicó a la tarea de recoger los aportes surgidos de la jornada, y de incluirlos como sugerencias para que sean consideradas por el CIN.

El texto también señala la necesidad de «reforzar el ingreso de estudiantes a las carreras de ingeniería, y continuar como una política de Estado de largo plazo los programas de apoyo de la SPU o Y-TEC que hacen a la innovación tecnológica y a la formación de recursos humanos estratégicos». En esta línea, propone «impulsar los medios que posibiliten el aumento de los estudiantes y los egresados de las carreras tecnológicas en un 50%, en un plazo de diez años». También remarca que «las universidades públicas deben contribuir a planificar las políticas educativas, tecnológicas y culturales con el conjunto del Estado y las organizaciones productivas y del trabajo del país. Por ello, el diálogo activo entre el Estado Nacional y los distintos poderes públicos es estratégico para el futuro de la educación superior». En relación al presupuesto, el documento fija una meta clara al indicar que se debe «garantizar la continuidad de la política de incremento anual y progresivo del presupuesto universitario, el cual deberá alcanzar el 1,5% del PBI en el 2020 y el 2% en el 2025».

La comunidad universitaria de la UNDAV se interesó vivamente por este importante debate, y realizó significativas precisiones y sugerencias al documento. Entre ellas, la «continuidad y profundización del Programa FINES al interior de la universidad pública argentina», así como la integración, al conjunto de propuestas, que tengan anclaje en «la formación de profesionales con perspectiva de género, en la diversidad de identidades sexuales, y en el compromiso de la erradicación de la violencia en todas sus formas así como la afirmación de la diversidad como valores y propósitos manifiestos del sistema de educación superior».