La soledad, un síntoma que padecen muchas personas

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Para algunas personas vivir en soledad es una cuestión que no les acarrea ningún inconveniente, en cambio, existen otras personas que son más vulnerables en su espiritualidad encontrándose más predispuestas a sentirse abatidas por la soledad y se convierten en prisioneras de esa soledad a la cual intentan evadir.

Vivimos en una sociedad donde valores tales como la autoestima, la estima hacia los otros y el orgullo propio, están íntimamente enlazados a la capacidad que cada persona posea para conquistar y atesorar los afectos, el problema sobreviene cuando esos afectos que generaron vínculos estrechos finalizan, llevando a muchas personas a experimentar la soledad.

Un ejemplo claro del sentimiento de soledad, se observa con frecuencia en las personas de la tercera edad, donde quienes en su pasado han forjado un lugar en el mundo, han construido una familia, han tenido descendencia, han cosechado amigos, en el presente viven con ese recuerdo pasado de alianza familiar y social.

La angustia por la soledad es sentida sobre todo en las grandes ciudades, las personas están preocupadas por sus propias obligaciones, no les alcanza el tiempo para cumplir con sus obligaciones de la vida cotidiana, y van dejando muchas veces de lado y para otros momentos el compartir con otros, con lo cual la consecuencia más inmediata de esta manera de vivir es que comienzan a sentirse solos e incomunicados.

El sentimiento de soledad es esa falta de unión y de comunicación con las otras personas, ya sea en el plano social o en el plano familiar o en el plano sentimental, es un vacío en lo espiritual, y para aquellas personas que realmente se sienten muy solos, y más cuando esta soledad se relaciona con el plano sentimental, termina por convertirse en un gravísimo problema que la mayoría de las veces los conduce inexorablemente a la depresión. Dentro de la familia también puede existir la soledad, tanto en la familia como grupo ó en cada uno de sus integrantes, y esto va a depender de cómo cada familia se haya organizado, hoy en día es muy frecuente observar que ya no existen las casas grandes, que los hijos se casan y constituyen nuevos hogares, o se independizan y viven en forma separada, todas cuestiones que contribuyen también a reunirse cada vez menos y en consecuencia a compartir cada vez menos momentos con las familias, y no solamente de reunión familiar en sí misma, sino fundamentalmente de diálogo entre sus integrantes.

A veces suele pasarse por alto el tema de la soledad, y muchas veces se llega a creer que con solamente buscar personas para sentirse acompañados, y realizar actividades diferentes con estas personas alcanza para sentirse comunicado, pero, la cuestión es que lo difícil es estar frente a otra persona y lograr comunicarse realmente con el sentido amplio de la palabra, en definitiva llegar a sentir afinidad y proximidad con esa persona.

La soledad es haber perdido la comunicación con las personas, por ejemplo, cuantas parejas conocemos que al unirse esperaban lo mejor de la vida cotidiana y sin embargo, esas uniones se deshacen porque terminan dándose cuenta que viviendo juntos se sienten muy separados, muy alejados uno del otro, en compañía se sienten solos, por diferentes motivos, ya sea porque tienen intereses diferentes, porque tienen distintas ambiciones para la vida en común, o porque su sentido de los valores es distinto.

Es muy frecuente también que las personas experimenten el sentimiento de la soledad cuando por ejemplo siendo miembro de un grupo han quedado solas sentimentalmente respecto de los otros miembros del grupo quienes por ejemplo han formado pareja, o también es frecuente la aparición repentina del sentimiento de soledad en aquellas personas que han perdido una relación de pareja, donde al quedarse solas comienza a tener peso y espacio todos los sentimientos que se relacionan con sentirse solas. Si bien sentirse solo en algunos momentos de la vida es algo absolutamente normal, hay que prestar atención cuando ese sentimiento de soledad se instala por largo tiempo y las personas comienzan a sentir miedo de esa soledad.

Existen muchas maneras de afrontar la soledad y lograr encontrar una solución, casi siempre la soledad está en relación con la falta de algo que nos hacía sentir muy bien respecto de otro ser humano y lo perdimos, pero en principio tenemos que entender que somos seres humanos con emociones, ideas y sentimientos diferentes unos de otros y que por esas mismas diferencias es que tenemos en nuestras vidas la necesidad de compartir con los demás y la capacidad consecuente para poder lograrlo.

* Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

noticias relacionadas