La partitura

Escribe Claudio Penso, especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento.

Arturo Toscanini fue célebre por muchas cosas. Se recuerdan sus ataques de furia. En una ocasión aplastó un reloj de bolsillo con el pie. ¿Motivos? Alguien había llegado tarde a un ensayo. Otra vez, pateó el atril. También destrozó su batuta y se convirtió en un símbolo de identidad.

 
Su primera gran actuación fue a los 19 años. Era chelista y estaba de gira por Sudamérica con una orquesta. El director fue despedido y el empresario le comunicó que debía asumir la dirección de la ópera Aida, tan sólo unos minutos antes de la representación. Nunca había dirigido. Miró el atril y sólo había una versión para piano de la obra.

 
Se presagiaba una catástrofe, pero Toscanini tomó la batuta y dirigió de memoria.

 
Vivía con intensidad la música y era venerado en todos los escenarios del mundo. El rigor que se autoimponía era tremendo y lo trasladaba a sus colaboradores, sin contemplaciones. Tenía 9 años cuando ingresó al conservatorio como interno. No veía a sus padres con frecuencia, sólo estaba permitido estudiar. En esa «atmósfera de prisión» ejercitó su memoria. Podía recitar un poema, leyéndolo sólo una vez o tocar en el piano cualquier pieza que hubiera sido cantada.

 
Le repugnaba el culto excesivo a la figura del director. Ya fuera Beethoven o Verdi, sólo buscaba una cosa: fidelidad a la obra. Rechazaba categóricamente las interpretaciones. Sus detractores calificaban su postura como una forma de esclavitud a la obra, él lo veía como fidelidad. Lo llamaban «El dictador de la partitura».

 
En nuestros grupos de trabajo, abundan los intentos de flexibilizar las reglas. Muchos argumentos se esgrimen para justificar las excepciones. Es necesario recordar a Toscanini, aferrándose a la partitura. Ese rigor distingue a las sociedades educadas de las hordas salvajes.

 
¿Qué es nuestra partitura? Es lo que nos permite trascender y que no quepa ninguna duda de lo que debe hacer cada uno.
Claudio Penso
Especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento
claudio@claudiopenso.com

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