La organización de la conciencia de si mismo
Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.
El ser humano, es una unidad biológica, psicológica y social, y como unidad, se desarrolla a partir de una interacción con el mundo, que es constante y dinámica, partiendo del reconocimiento de su propio cuerpo. El cuerpo es el que le da al ser humano permanentemente información acerca de cuanto ocurre en él, en los demás, y en el mundo en general. En lo que se refiere a su comunicación con lo que lo rodea, el ser humano, aprende, evoluciona y se desarrolla, apoyándose en los estímulos que recibe, estableciendo así por lo tanto, un proceso de puro aprendizaje que le llevará en definitiva, al conocimiento de sí mismo, y a su diferenciación de las demás personas.
Este conocimiento de sí mismo, se va desarrollando de una manera paulatina y progresiva. Comienza desde el mismo momento del nacimiento, donde experimenta las primeras sensaciones táctiles, olfativas, visuales, gustativas, auditivas. Es a través de los órganos de los sentidos externos, la vista, el oído, el gusto, el olfato y el taco, que se establecen estas relaciones para con el mundo, que son los otros seres humanos y todo lo que de ese mundo externo constituye su propio cuerpo, y lo que se refiere a su mundo interno, estas relaciones las establece por intermedio de las sensaciones, los movimientos y la orientación. Dentro de este juego de comunicaciones, el elemento primario a tener en cuenta, es la sensación, que es el resultado de la acción de un estímulo sobre un órgano sensorial, y esta sensación es la que posteriormente será registrada en la conciencia.
Es por esto que no podemos quedarnos en la pura sensación, ya que ésta no daría cuenta de ningún proceso, si es que no fuera registrado por el sistema nervioso por un lado, y por otro lado, darle el significado singular para cada ser. Todo lo que se registra sensorialmente, adquiere significación personal, de acuerdo a nuestras experiencias previas y de acuerdo a nuestras posibilidades. Es decir, que la sensación no se termina con el registro en el sistema nervioso, sino que además es sometida a elaboraciones psíquicas a través de las cuales, se convertirán en percepción, y es recién ahí entonces, cuando la impresión sensorial es comprendida y conocida. Referirnos a los procesos de percepción independientes de otras actividades psíquicas, es olvidar la simultaneidad de los mismos, por ejemplo, la percepción es una actividad condicionada por la atención. Es decir, que se puede llevar a cabo la percepción, si se produce en el ser humano un estrechamiento voluntario de la conciencia, para poder concentrarla en un punto determinado.
En este proceso, que es de paso, de la sensación a la percepción, actúan diferentes actividades del sistema nervioso, como por ejemplo, la evocación de la memoria, la asociación de ideas, juicios, etc., teniendo como finalidad, la descripción de la realidad, para poder luego, comprenderla y conocerla. Poder percibir, es en definitiva, poder tomar de la realidad mi propia experiencia, es la construcción de lo vivido, por lo tanto, este proceso de percepción, adquiere tonalidades singulares y formas personales.
La estructura psíquica de asentido a cada uno de los procesos perceptivos, y la organización del conocimiento, sistematiza la información que es recibida, de una manera personal, siempre de acuerdo a las experiencias vividas y a las situaciones sociales en las que se desarrolla. Por ejemplo, el mismo objeto no será percibido de igual manera por distintas personas, ni nadie, percibirá el mismo objeto, o se percibirá a sí mismo, de la misma manera en distintos momentos de la vida. Cada hombre, como ser único e irrepetible, y cada momento histórico, vital para cada ser humano, va a tener un registro particular, singular, que es lo que lo va a distinguir del resto de la humanidad. Pero va a mantener una unidad, y una continuidad en el tiempo, que nos va a permitir hablar con posterioridad, de una conciencia de sí mismo.
Desde este punto de vista, con este enfoque, podemos decir que la percepción, ya no es una simple recepción de estímulos, sino que la percepción, tiene una capacidad de seleccionar y de singularizar, y de hecho, trabaja más filtrando información, que recibiendo a través de los órganos de los sentidos. La actividad de la percepción está regulada por la motivación y por los acontecimientos que se desarrollan en el mundo, y la percepción condiciona a su vez, otros procesos psíquicos y los que están en relación con el conocimiento como proceso.
Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241