La masonería en Avellaneda

Escribe Antonio J. González

A fines del siglo XIX y comienzo del XX, luego de la etapa de organización de la masonería en el país, se constituyen logias en casi todo el territorio nacional.

Al principio la actividad estuvo muy concentrada en la Capital Federal, pero luego se produce la fundación de gran número de logias en el interior. En La Plata, el censo de 1909 registra la actuación de unas 17 logias y en el conurbano bonaerense se las encontraba en Avellaneda, Sarandí, Villa Domínico, Bernal, Quilmes, Gerli, Lanús, Lomas de Zamora, Adrogué, y más al norte en San Isidro, San Fernando, etc.
Desde la independencia del país, muchos protagonistas de las epopeyas de la sociedad colonial pertenecían a esas logias, y la más conocida fue la “Lautaro”, con la participación del Gral José de San Martín. Se agregaron: Bolívar, Sucre, Belgrano, O`Higgins, Urquiza, Martí, y otros luchadores de aquellos memorables años.

De allí a hoy, estos pensamientos traspasan casi todas las actividades trascendentes de la sociedad argentina, desde las políticas, militaesr, culturales, educativas, deportivas y otras. Por ejemplo, en el Alumni, antecedente del Racing Club y otros clubes, todos sus integrantes eran masones. En la tarea política es donde mayor peso han tenido. Los fundadores de los partidos políticos modernos lo hicieron en una misma década. Como sucedió con la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista o la Democracia Progresista, que integraban algunos masones, con los hermanos Alem, Juan B. Justo y Lisandro de la Torre.

Esta ramificación social y cultural se daría, inevitablemente, en nuestra ciudad. Uno de sus mayores exponentes, como lo anticipamos en nota anterior, fueron Fabián Onsari e Hipólito Yrigoyen. Onsari era activo político del radicalismo y cofundador del diario La Libertad de nuestra ciudad. Desde el diario y con Venturino -entonces era Gran Tesorero de la Orden- empleado de aquel, se seguían las principales líneas de acción y pensamiento del sector. La filial local tenía sub-filiales en Sarandí, Villa Modelo y Gerli, promocionadas desde la filial de la calle Dorrego y pretendían ser extendidas a todos los barrios y villas del partido.

Onsari se ha destacado por sus publicaciones y pensamientos sobre la masonería en el país que hoy se convirtieron en obligado material de consulta en Latinoamérica, pero también recibió críticas por su acción pro catolicismo y por el “estilo personalista y el quietismo conservador”.

Más cerca en el tiempo, tenemos conocimiento de un templo masónico en Villa Domínico, el denominado Aureola de Domínico N° 304 en Av. Mitre al 4500, y otro en la calle Nueve de Julio a media cuadra de la Av. Mitre, además de otros cuyo destino ha sido golpeado por los torbellinos sociales.

Estos protagonistas han alimentado las venas de la sociedad argentina y las entrañas del desarrollo de nuestras poblaciones. Como vemos, figuras de primer nivel en todas las áreas sociales eran motores de las ideas y proyectos de la masonería. Un dato de la realidad que –aunque no se la comparta- no merece barrerse debajo de la alfombra.

ajgpaloma@gmail.com

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