La interdisciplina como metodología terapéutica y de prevención de los trastornos de memoria

Entrevista a Adriana Lema, Magalí Risiga y Patricia Casanova – Directoras de EM -Métodos de Entrenamiento de la Memoria y Olvidos mínimos y Rehabilitación Integral de Alzheimer y otros olvidos análogos.

Equipo M.E.M.O.R.I.A (Métodos de Entrenamiento de la Memoria y Olvidos mínimos y Rehabilitación Integral de Alzheimer y otros olvidos análogos) es un equipo interdisciplinario de profesionales especializado en el área gerontológica y entrenado para atender las distintas problemáticas asociadas a la memoria, que pueden preocupar a adultos mayores y adultos jóvenes (a partir de los 40-45 años), con un enfoque preventivo y/o terapéutico.

La memoria es nuestra facultad psíquica de registrar, almacenar y recuperar cualquier tipo de información.

En lo cotidiano, la memoria puede verse influenciada por distintos factores como las tensiones, el estrés, la angustia, el cansancio, la falta de interés y de motivación, los malestares físicos, la inseguridad en sí mismo, etc.

Pero más allá de esas causas psico-físicas, existe una variable determinante que, en muchos casos, condiciona nuestra memoria y no es ni más ni menos que el implacable paso del tiempo.

Para entender mejor cómo nos afectan estas problemáticas, y para saber qué podemos hacer para contrarrestar esos cambios fisiológicos que influyen en nuestra capacidad neurocognitiva, La Ciudad dialogó con las tres Directoras de la institución: la Dra. Patricia Casanova, la Dra. Adriana Lema y la Licenciada en Terapia Ocupacional Magalí Risiga.

“Hay personas jóvenes que tienen patologías, que por su curso, por su evolución, por sus características o por el requerimiento que tienen desde lo terapéutico, son asimilables a las de las personas mayores. Por lo tanto, Equipo Memoria nació como una institución dedicada al adulto mayor, y hoy por hoy, también abarca a personas mucho más jóvenes”, afirmó la Dra. Patricia Casanova, Médica Clínica, especialista en Geriatría y poseedora de un Posgrado en Gerontoneuropsiquiatría.

“Hablamos de patologías cerebrales. Por ejemplo, después de un accidente de auto, que involucró el cráneo, y que dejó como secuela dificultades cognitivas: de memoria, de lenguaje. O accidentes cerebrovasculares, ocurridos en personas jóvenes, que dejan también secuelas neurocognitivas, y que requieren de una rehabilitación, que es a lo que básicamente se dedica Equipo Memoria”, amplió la Dra. Adriana Lema, quien exhibe idénticos títulos que su colega Casanova.

“Otras causas de esas patologías pueden ser producto del daño de sustancias tóxicas para el cerebro: el alcohol, los medicamentos”, prosiguió Casanova. “La evolución a largo plazo de una epilepsia, que aparece en la niñez, pero que a lo largo de los años, por el efecto mismo del daño que provocan las convulsiones, terminan teniendo un requerimiento que no se corresponde con su edad cronológica”.

Precisamente con relación a la edad, la Dra. Lema remarcó que hay una instancia clave de nuestras vidas en la que los cambios fisiológicos presentan signos notorios, y en ese contexto, si bien tratamos de readaptar nuestro cuerpo, no solemos hacer lo mismo con nuestra mente.

“A los 40, 45 años, fisiológicamente los procesos intelectuales, como todos los demás procesos del organismo, se encuentran enlentecidos o comienzan a enlentecerse (no a enfermarse) –en términos de normalidad-. Y es ahí donde desde ese lugar, es que funcionan los programas preventivos para jóvenes. Con un aprendizaje de nuevas estrategias de funcionamiento, para adaptarse a esta nueva modalidad. Si nosotros pretendemos seguir funcionando toda la vida como funcionábamos a los 20, vamos a estar en graves problemas. Es una readaptación permanente. Así como inconscientemente vamos adaptando el físico, y la actividad física la vamos adaptando a nuestras posibilidades, eso no lo hacemos con nuestras capacidades intelectuales, aunque pretendemos seguir funcionando de la misma manera”, sostuvo la profesional.

El hecho de que ciertas patologías aparezcan en ciertos sujetos cada vez más de manera prematura, obligó a las responsables de E.M. a ampliar su esfera de acción, porque a su vez debieron readaptarse a una demanda distinta. Es que originalmente estaban “preparadas o focalizadas en lo que iban a ser las demandas de un adulto mayor, en el que los cambios, producto del natural paso del tiempo, iban a determinar que aparecieran ciertas conductas. Hoy ocurre que personas mucho más jóvenes viven cambios asimilables a esos en edades más tempranas”, agregó Casanova.

El método
“Hay algo que es importante, y es marcar una diferencia respecto de lo que son los talleres de memoria, tomados de manera recreativa. Que son muy útiles, pero que nada tienen que ver con nuestra tarea”, resaltó con convicción la Dra. Adriana, delimitando claramente los alcances y el enfoque de Equipo Memoria.

En tal sentido, la Dra. Patricia mencionó que “uno puede estimular la memoria, o cualquier otra función cognitiva. Pero hay otro concepto que nosotros manejamos y es el de rehabilitación, que implica recuperar funciones para aplicarlas a la vida cotidiana. Funciones que, de alguna manera, se han visto deterioradas o dañadas”.

“Nuestro trabajo se realiza en base a una evaluación previa. Nosotros evaluamos al paciente, y el paciente ingresa a Equipo Memoria sabiendo que entra a un módulo de evaluación. Donde primero se hace una evaluación clínica, porque hay que descartar patologías clínicas que interfieran en el proceso cognitivo. Luego se pasa a una evaluación neurocognitiva, con determinadas pruebas. Estas pruebas lo que hacen es poner a funcionar el cerebro”, expresó Lema y luego continuó con la descripción del procedimiento. “El cerebro funciona como muchas computadoras conectadas en red.

Donde el cerebro es la empresa, y cada una de esas computadoras es una oficina distinta. Si yo veo que esta empresa no está funcionando como lo venía haciendo, qué hago: llamo al técnico para que me revise computadora por computadora.

Entonces, estos test neurocognitivos evalúan cada una de las funciones en particular. Y se ve o no, dónde está la falla, qué tipo de falla tiene, si es leve o severa”.

Una vez que realizado este diagnóstico de situación, se arriba a una conclusión, y se les hace una devolución al paciente y a su familia. “Somos conscientes que no atendemos enfermedades sino personas con dificultades y familias a las que pertenece esta persona. La devolución es la última consulta de este módulo de evaluación, donde les entregamos al paciente y su familia un informe escrito de todo el resultado de la evaluación, pero además se lo explicamos. Le explicamos qué dice en el informe y le hacemos una sugerencia terapéutica, para luego acordar el tratamiento más adecuado y a medida del paciente”, resumió Lema.

“A veces el propósito del tratamiento es recuperar funciones (como puede ser un tratamiento después de un accidente cerebro-vascular) y en las enfermedades crónicas y progresivas a lo largo del tiempo, nuestra finalidad es conservar lo que tiene, potenciar todo lo que se pueda y evitar la rápida progresión de un daño mayor”, completó Casanova. “En ese aspecto, otra de nuestras funciones es la de asesorar y acompañar a los familiares o cuidadores, para facilitar el curso evolutivo menos traumático para todos”.

El éxito de un trabajo en “Equipo”
Luego de terminar de atender a una de sus pacientes, se incorporó a la charla la Licenciada en Terapia Ocupacional Magalí Risiga, que también dirige Equipo Memoria junto a las Dras. Casanova y Lema. Y de inmediato, se refirió a lo que es su gran especialidad: la prevención.

“Desde hace muchos años, vengo trabajando desde el punto de vista preventivo con adultos mayores, con programas de prevención de memoria que se incorporaron a E.M. cuando éste se formó…”

Interrumpe, de pronto, Adriana: “Magalí escribió un libro de Prevención que es uno de los pocos, por no decir el único que forma a la gente en esa materia. Lo comento, porque ella no te lo va a decir”. (Risas)

“Desde el año 90 que estoy con estos programas de prevención”, prosiguió la Dra. Risiga. “Lo interesante, y creo que es novedoso de Equipo Memoria, es que no conozco otra experiencia al menos con esta línea de trabajo, aplicando estos programas de prevención con mediana edad. Es decir, esta franja que se encuentra entre los 40 y los 65 años, que es justamente cuando uno empieza a quejarse de las cosas que le van pasando, y que mucho tiene que ver en este momento con los niveles de estrés en que vivimos. Y justamente apuntamos a trabajar sobre núcleos de estrés que tienen como su detonante a nivel memoria, y la verdad es que es una línea muy interesante de trabajo, que no conozco que se lleve adelante en otro lugar”, reconoció.

Si bien E.M. se formó hace 6 años, las tres cabezas de este proyecto se conocen hace mucho. “Por un lado la conocía a Magalí, con quien teníamos un trabajo en común y por otro lado, yo tenía un conocimiento personal con Adriana y una comunión en el trabajo, porque también nos conocimos en la vida profesional. Así que lo que hice fue juntarnos”, contó sonriente Patricia.

Por su parte, Magalí recordó. “Patricia me llamó para convocarme a un proyecto que estaba en las cabezas de ellas, aún sin conocernos con Adriana. Y en ese momento le dije: ¿Estás loca? Porque habitualmente los proyectos se originan con gente que se conoce y que decide, y me parecía que iba a ser difícil con personas que nunca se vieron.

Pero siempre contamos que la primera vez que nos encontramos, Adriana abrió la puerta y dijo ¡Hola!, fue como sentir que la conocía de toda la vida. Estas cuestiones de la empatía, ¿No? Creo que ahí nos quedó claro que íbamos a poder transitar las tres este camino”.

Adriana también dio algunas claves de esa comunión entre ellas. “Para trabajar en equipo, articuladamente, hay una cuestión con una fundamentación filosófica que es fundamental y que cada uno trae como bagaje personal. Y que cuando te juntás, casualmente o no, esto se nota en el funcionamiento del equipo. Para que la interdisciplina funcione sin dificultades, es fundamental que exista una intención filosófica por atrás de todo conocimiento científico”.

“Nosotros apuntamos a la interdisciplina como metodología. Fonoaudiólogos, terapista ocupacional, musicoterapeutas, psicólogas, psiquiatras. Tenemos reuniones de equipo periódicas, donde se discute todo, donde nos escuchamos todos a todos y cada uno aporta desde su lugar”, subrayó Lema.

“Tenemos muy en claro que somos una institución dedicada a la salud y en ese aspecto, muy formal. Pero al mismo tiempo tenemos una base afectiva y un respeto mutuo muy arraigado. Esto nos permite tener una cierta informalidad en nuestro trabajo, sin perder de vista el lugar que cada uno ocupa”, concluyó Casanova.

Además de este servicio a la comunidad, Equipo Memoria ofrece cursos de formación destinados a profesionales del área, sobre herramientas de evaluación, programas preventivos y sobre lo que es específicamente la multiestimulación interdisciplinaria.

Para más información, Equipo Memoria: Av. Mitre 476, P. 2 “A”, Tel. 4222-2607; equipomemoria@yahoo.com.ar, www.equipomemoria.com.ar.

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