La Fontana di Trevi, tradición que sigue vigente

La casa de comidas ubidada en Gral. Paz 38 de Avellaneda, cumple este año su 40º aniversario.

La fuente de Trevi es el ejemplo más ambicioso e imponente de las fuentes del arte barroco en Roma. Su belleza cautivó desde siempre a Doña Adriana María Magaldi, quien junto a su esposo Juan Carlos Méndico, bautizó con ese nombre al negocio que inauguraron con gran expectativa el 17 de octubre de 1970.

El paso del tiempo, los vaivenes económicos y las mudanzas, no lograron opacar su excelente trayectoria, que se construyó con gran esfuerzo y que continúa adelante con las nuevas generaciones.

“En estos 40 años ¡hicimos tantas cosas! Empezamos haciendo pizzas, empanadas y tartas. Alquilamos un bolichito muy chiquitito en Av. Lacarra y De la Serna y a los 2 años nos compramos una casa vieja, porque en ese entonces se trabajaba muchísimo. Nos cansábamos de amasar”, recordó con orgullo la Señora Adriana Magaldi que sigue al frente del negocio, y ya desde hace unos años junto a su hijo Adrián Carlos Méndico.

“Era todo a pagar. Tuvimos una garrafa de 10 m3., después una de 15 y finalmente pusimos supergas de 45. Vendíamos también helados Noel. Y el local era bien chiquitito. Gracias a Dios después pudimos comprar nuestra casa, de madera y chapa, donde luego instalamos un local más grande, de 17 metros”, agregó la responsable del local de pizzas y comidas caseras.

Doña Adriana comentó que “la zona era muy anegadiza, se inundaba y empezó la decadencia con el Rodrigazo. Nosotros habíamos comprado el local, y cuando quisimos hacer el negocio nuevo, la puerta de entrada valía más que toda la vivienda. Pero estuvimos ahí bastante tiempo, hasta que mi marido me dijo: nos vamos. Y alquilamos otro local chiquito, acá en 12 de Octubre, a pasos de Av. Mitre. Después pudimos vender ahí y compramos este local”.

La señora Magaldi también contó la anécdota del surgimiento del nombre de su negocio. “El nombre surgió porque mi hermana había viajado a Italia y me dijo, ¡no te imaginás lo que es la Fontana! Y yo como buena hija de italianos (y de gallegos), quería poner algún nombre italiano. Habíamos pensado en Las siete colinas, porque Roma está fundada sobre siete colinas, pero yo siempre tuve la locura de La Fontana. Por suerte me di el lujo de ir a conocerla en el año 1995. Y tengo un cuadro grande, que podría poner en esa pared (señaló un lateral del local), para que la gente conozca. En su momento algunas personas creyeron que Trevi era el apellido de mi marido (risas)”, describió con elocuencia.

Pizzas, empanadas, tartas y mucho más.
“Anexamos comidas porque la mano ya vino mal y porque sólo pizzas, empanadas y tartas ya no rendían. Entonces hacemos de todo: vacío al horno, pastel de papas, pata y muslo, arroz con pollo, canelones, calabazas rellenas. De todo. Por esta zona hay muchas obras, entonces al mediodía los obreros vienen acá”, explicó la dueña. Y agregó: “Hacemos las pizzas, la fainá y las tartas a mano -no tenemos máquinas-. Todo amasado a mano. Y Adrián (miró de reojo a su hijo que estaba pelando unos morrones asados) la verdad es que está muy bien, ya me superó (risas). Él estaba trabajando en una juguetería donde estuvo muchos años, pero cuando cumplió 40 lo echaron. Entonces le dije que se viniera conmigo, porque además mi marido estaba muy enfermo. Y empezó jorobando y ahora ya se está haciendo cargo él y yo descanso un poco más”, reconoció la responsable de 68 años.

Doña Adriana destacó las premisas que marcaron el servicio que siempre La Fontana brindó a sus clientes. “Siempre fuimos para adelante, brindándole a la gente calidad, buenos precios, buenos productos y baratos. Lo más importante es que es todo fresco. Tenemos gran variedad de platos en el día, alrededor de 14. Y si con algo nos quedamos cortos, hacemos más en el momento. A partir del problema del campo, mermó mucho la venta y el problema se agudizó. Bajó mucho, pero nosotros la calidad no la bajamos. Seguimos manteniendo la calidad y los buenos precios”.

La Fontana di Trevi abre sus puertas todos los días al mediodía y a la noche -excepto los lunes que sólo abre al mediodía, momento en que sus dueños aprovechan a descansar. “Abrimos a la mañana y cerramos un poco a la tarde, para limpiar y para hacer otros productos, descansar o hacer trámites, y a la tarde abrimos de 18 a 23:30, explicó Magaldi”.

Entre las especialidades de la casa, los responsables recomiendan la pizza “Gran Fontana” que tiene salsa de tomate, muzzarella, rodajas de tomate, jamón, cebolla cortadita, morrones y aceitunas. En cuanto a las empanadas, tienen una gran variedad de gustos: jamón y queso, carne, caprese, cebolla con muzzarella, roquefort con jamón, humita y verdura.

Adrián repasó varios nombres de famosos que tuvieron como clientes, cuya gran mayoría se relacionan con el fútbol: Don Julio Grondona, Roque Avallay, Javier Yacuzzi, Claudio Marini, el árbitro Javier Castrilli, Nacho González, El gato Esmerado. Y algunos jugadores de Huracán, entre los cuales nombró al joven delantero Gino Clara.

Doña Adriana rememoró el día de la inauguración, según ella un día “muy peronista”.
“El día que inauguramos allá en Gerli, y había un acto. Y ya ese día entró gente al local a comprar. Yo me quería morir. Porque habíamos hecho algunas cosas, pero para los amigos. Imaginate que con 10 o 12 pesos por día, nosotros ya estábamos levantando vuelito y ese día la venta fue como de 25. El (proveedor) de los helados Noel nos decía, ustedes van a hacer un golazo de media cancha. Y la verdad es que fue así. En dos años pagamos todas las deudas y nos compramos la casa. Eso no lo hacés nunca más”, finalizó.

La Fontana di Trevi. Pizzas, Empanadas, tartas y comidas caseras. Delivery. Tel. 4222-2148/ 4222-1226.

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