La escuela recupera a las glorias del cine nacional

Esa es la propuesta de autoridades y docentes de la Escuela Primaria Nº 18 de Lanús, desde donde se lleva adelante un ciclo de Cine Debate, una herramienta pedagógica que atraviesa los contenidos de varias materias, con buenos resultados para la institución. Con el uso del cine, la escuela logró acortar la brecha entre el lenguaje oral y escrito de la docencia tradicional y el lenguaje visual arraigado en las nuevas generaciones.

Cuesta creer que a la par de personajes de la industria mediática y tantos otros ídolos infantiles, haya niños de entre 6 y 12 años que conviven también con el recuerdo de Tita Merello, Niní Marshall, Luis Sandrini o Carlos Core, íconos del cine nacional.

Sin ánimo de polemizar sobre la vigencia del libro en la escuela como pilar del proceso de aprendizaje, Susana Lansaque, directora del establecimiento educativo, confiesa que “se nos ocurrió trabajar con el cine porque la realidad es que para estas nuevas generaciones la imagen es atrapante”.

La escuela apostó a superar estos antagonismos instalados en el ámbito escolar y fusionar recursos a los fines del aprendizaje. La aplicación didáctica del cine fue una estrategia que fue madurando a igual que sus resultados.

La planificación fue clave para sostener la iniciativa en la escuela y que no se transformara solo en un entretenimiento. “Llevó su tiempo, los fuimos llevando del cine pochoclero a otro tipo de cine que invita a pensar”, admite Lansaque. Más aún, requirió un entrenamiento de los chicos a lo largo de estos años sobre cómo y qué cine ver.

“No siempre miran una película completa, es según las edades. A veces se programan cortes para debatir y luego se continúa con la proyección. También es todo un tema para los chicos ver películas en blanco y negro e incluso ver cine casi sin diálogos como cuando vieron Tambor de Tacuarí”, película estrenada en 1948 por Carlos Borcosque. Para la docente, los chicos que ahora están en sexto año y que desde tercero vienen con esto, son los más entrenados para aprovechar esta experiencia.

En torno al cine, la escuela logró articular varias cuestiones: investigación, debate, validar conocimientos previos de los alumnos y sus padres, e incluso fortalecer el vinculo entre escuela y familia.

Ese fue el propósito de un acto escolar realizado el año pasado a partir del ciclo de cine, donde proyectaron El Grito Sagrado, una película sobre las invasiones inglesas y una de las primeras realizadas en blanco y negro.

“Invitamos a abuelas y bisabuelas que reconocían a los artistas”, relata la directora. Fue una jornada de suspiros por Carlos Cores, galán de la época de oro del cine argentino. “Era divino, yo estaba enamorada de él”, era el comentario generalizado de la platea femenina, mientras que los chicos preguntaban si era tan lindo como los personajes de la tira infantil Violetta. “Hasta dio para abordar sobre los referentes de la belleza”.

La proyección de películas no es un acontecimiento desconectado de la planificación anual. Es solo una parte del proyecto educativo global de la institución, sobre las realidades sociales y culturales de la Argentina.

“El Cine Debate lo fuimos aplicando según el proyecto institucional de cada año. En 2011 fue Argentina te invita – Pueblos Originarios; Argentina Gaucha, en 2012; luego abordamos Argentina Gringa, y este año trabajaremos con Décadas Argentinas”, cuenta Lansaque. “Pondremos el acento en el cine más que nunca, porque abordaremos los acontecimientos más importantes que hubo en cada década, vistos a través del cine argentino”, añade.

Así como el film de Juan José Jusid, Los Gauchos Judíos, integró el trabajo sobre Argentina Gringa, este año la cartelera incluye largometrajes como Los Isleros, dirigido por Lucas Demare y protagonizado por Tita Merello y las inolvidables andanzas de Catita, el personaje creado por Niní Mashall. Seguirán títulos como: Una viuda difícil; Asesinato en el Senado de la Nación; Frutillas; El diablo metió la pata; El profesor hippie; Los chicos crecen; Navidad de los pobres; Orquesta de señoritas; Tango; Un guapo del 900 y Mercado de Abasto.

“Los alumnos pueden decir libremente lo que les llamó la atención, la consigna es que no hay nada que digan que esté mal, y comprobar que sobre las mismas cosas que ellos observan puede haber otras miradas. La respuesta es excelente y por eso lo continuaremos”, asegura la directora.

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