La Av. Mitre según Ricardo Mazzini

Escribe Antonio J. González.

En 1998 el municipio editó el folleto “Raíces” para la divulgación de la historia del terruño. En su primera edición, publica un cuento de Ricardo Mazzini sobre “La increíble, misteriosa y fantástica historia de la Avenida Mitre” donde imagina una asamblea “los edificios más famosos de la ciudad”: Teatro Roma, Hospital Fiorito, estadio de Racing e Independiente, Casa de la Cultura, Esuela Nº 1, Catedral y el monumento a N. Avellaneda. Esta imaginativa creación de un historiador y escritor que, en ese entonces, se desempeñaba en la Biblioteca de Historia Municipal, imagina un debate para definir cuál es el más importante y famoso de la ciudad.

 

Hace hablar al Teatro Roma: “Hace ya muchos años que vengo realizando las más lúcidas reuniones culturales” dice. Cada uno defiende los méritos históricos unilaterales y por último hace su alegato la Av. Mitre. “Soy anterior al pueblo Barracas al Sur, y cuando nacieron la República Argentina, la Antigua Confederación Argentina o el Virreynato del Río de la Plata yo ya era. No recuerdo el día en que nací, pero fue allá por los tiempos de la conquista, cuando recién fundada Buenos Aires en el año 1580, Don Juan de Garay asigna a los Adelantados tierra desde el Riachuelo hasta La Magdalena. Fueron multitudes desde el principio las que recorrieron mi trazado, algunas siniestras, nostálgicas otras, ejércitos de conquistadores, patriotas e invasores, celestes, punzó, azules y colorados, y muchos trabajadores desde chasquis a colectiveros.”

 

“De pequeña senda –dice luego- me hice huella de carretas, las que llevaron útiles y provisiones a los pobladores de la campaña y acercaron los frutos del país a las barracas. Soy anterior al gaucho, yo lo vi nacer, por eso lo conozco y nos entendimos tan bien”. Y argumenta: “…de huella me transformé en camino real, transitado por chatas, galeras y diligencias de mensajerías. A mi vera crecieron primero postas y pulperías, pueblos después. Así nació Barracas al Sur…”.

 

“Desde mis confines –argumenta- se alejaron Martín Fierro y el gaucho Cruz, hacia los toldos infieles y a mi orilla cantó Santos Vega por última vez… Acompañé a Dardo Rocha y José Hernández desde la eterna Buenos Aires, a la recién nacida y tan coqueta La Plata, orgullosa de la concepción de su trazado…” “Los ojos vacíos de los inmigrantes viejos, con sus miradas me recordaron a los Quilmes y los negros… Áspero y tierno a la vez el tango, nacido en los arrabales, transitó por Avellaneda hasta que creció en música, danza y verso. En un lento y alegre tranvía yo llevé su sentimiento triste al Centro de Buenos Aires…” “Miles de obreros postergados, convocados por sus desdichas, me recorrieron un 17 de octubre con los puños cerrados en alto…” “La tecnología me trajo luz, semáforos, música de rock, bocinazos y un aire turbio que el Pampero limpia.”

 

“Cuando la Avenida Mitre acabó de hablar –imagina Mazzini- un silencio lleno de sugerencias pesó sobre la vanidad de todos… Desde entonces los fantasmas de la Avenida Mitre regresan del pasado, sentencia los que saben, todas las noches, sin luna y sin estrellas, cuando a medianoche los relojes se detienen”…

 

El arte narrativo y la creatividad poética incursionan en nuestra historia. Bienvenida sean.

  ajgpaloma@gmail.com

noticias relacionadas