La Argentina implementará nuevo esquema mundial de vacunación para la erradicación total de la poliomielitis

La Argentina implementará desde mayo un nuevo esquema de vacunación contra la poliomelitis, que constará de dos dosis inyectables y tres orales, en el marco de una estrategia impulsada por la Organización Mundial para la Salud (OMS) con el objetivo de erradicar definitivamente esta enfermedad viral en 2018.

A partir del 1 de mayo el esquema contra la polio del Calendario Nacional de Vacunación constará de dos dosis de la vacuna inactivada contra la polio (IPV), conocida como Salk, y tres dosis de la vacuna oral bivalente, conocida como Sabin bivalente.

 

La nueva estrategia de vacunación, de la que participan 123 países, forma parte de la Fase Final para la Erradicación de la Poliomielitis impulsada por la OMS, que tiene por objetivo un mundo libre de esta enfermedad al cabo de los próximos dos años.

 

El  Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Jorge Lemus, ya distribuyó a todo el país las dosis de la vacuna Salk y Sabin bivalente necesarias para sustituir la Sabin trivalente.

 

De esta manera, los equipos de salud de los 8.600 vacunatorios del país retirarán mañana las vacunas Sabin trivalentes y procederán a la disposición final en un descartador exclusivo para luego ser destruidas.

 

El nuevo esquema de vacunación contra la polio también consistirá de cinco aplicaciones: la primera dosis de Salk inyectable se aplica a los dos meses; la segunda dosis de Salk a los cuatro meses; luego dos dosis de vacuna Sabin oral bivalente, a los seis meses y entre los 15 y 18 meses, respectivamente; para finalmente aplicar un refuerzo de vacuna Sabin oral bivalente al ingreso escolar (5 o 6 años).

 

La cartera indicó que para aquellos niños que hayan iniciado el esquema de vacunación contra la polio antes del cambio los equipos de salud de los vacunatorios de todo el país informarán a los padres el esquema a seguir para asegurar la protección adecuada contra la poliomielitis.

 

 Explicó además que tanto la Salk inyectable (IPV) como la vacuna Sabin oral bivalente (bOPV) son vacunas seguras y eficaces que, utilizadas de manera secuencial, proporcionan la mejor combinación para la protección en las etapas finales de la erradicación de la poliomielitis.

 

La estrategia de la OMS recomienda el retiro de todas las vacunas orales contra la poliomielitis para 2018, iniciando la retirada del componente 2 de la misma en abril de 2016.

 

La poliomielitis es una enfermedad viral, sumamente contagiosa, que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Se transmite de persona a persona, a través de los alimentos y agua contaminados, y se multiplica en el intestino, de donde puede invadir el sistema nervioso y causar parálisis en cuestión de horas. Si bien no tiene cura, es prevenible a través de la vacunación.

 

 Los síntomas iniciales de la enfermedad son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible –generalmente de las piernas–, y de un 5% a un 10% de estos casos provoca la muerte por parálisis de los músculos respiratorios.

 

 En el mundo, la incidencia de los casos de poliomielitis se redujo en más de 99,5% desde el lanzamiento de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis, en el año 1988.

 

En la Argentina, el último caso autóctono de poliomielitis fue en 1984, mientras que en la Región de las Américas se dio en 1991 en Perú. La certificación de la eliminación de la enfermedad en nuestra región data de 1994.

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