Inquietud por la situación del «Centro Cultural Nuñez» de Avellaneda

Carta del Dr. José Luis González.

Me permito aprovechar este espacio de libre expresión a disposición del lector a los fines de manifestar mi inquietud por la situación del denominado «Centro Cultural Nuñez» ubicado a metros de la intersección de la calle San Martin y Alsina de nuestra ciudad.

Grande fue mi alegría cuando hace ya un tiempo observé que aquello que era un terreno baldío y sucio, se destinaba a la creación de un espacio cultural con el objeto de promover el arte fundamentalmente a través de exhibiciones de pintura, escultura y/o fotografía. Se trataba de una actividad contemplativa pudiendo observar varias veces la concurrencia de familias y personas mayores que lo utilizaban como paseo y solaz en el contexto de lo que podíamos llamar una plaza seca. Poco duró mi entusiasmo, ya que luego de una corta actividad en el sentido indicado, comenzaron obras de refacción y a renglón seguido se instaló en el predio una suerte de contenedor que ampara un mostrador para despacho de bebidas y se colocaron sillas, sombrillas, mesas y demás implementos propios de un bar de copas.

De allí en más la actividad cultural quedó solo en el enunciado, pues lo único que en verdad funciona en aquel predio es un bar al aire libre en el cual se realizan espectáculos musicales. La actividad se extiende a veces hasta altas horas de la madrugada, incluso en días hábiles o laborales. Esto en un inmueble que no tenía esos fines y que por su características tampoco es apto para ello dado que se trata de un playón sin techo rodeado por altos muros medianeros, es decir una verdadera y eficaz caja de resonancia.

Téngase presente que es un bien propiedad de un ente público y como tal bajo directo contralor o administración de las autoridades que precisamente serían las encargadas de velar para que aquello no ocurra y/o se ajuste en sus adecuados limites. La cultura que debe imperar en el lugar no puede estar asociada a la venta de bebidas y al barullo con indiferencia de lo que sucede en su entorno, entendiendo que jamás pudo pasar por la mente de las autoridades semejante despropósito ajeno a la noción de bien común, por lo que urge que tomen cartas en el asunto corrigiendo el desvio.

Agradeciendo desde ya la publicación de ésta y previniendo que cada día son más frecuentes las incidencias con los vecinos que reclaman airadamente y a viva voz que se los deje dormir con el objeto de emprender al día siguiente su jornada laboral, jornada que paradojalmente es la que genera los ingresos por impuestos que sustentan económicamente el sistema, incluido el ahora mal llamado «Centro Cultural».

Dr. Jose Luis Gonzalez
DNI 10176791

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