Indignación y dolor por el atroz crimen de un profesor de música en Sarandí

Fue asesinado de un balazo delante de sus hijos, de 6 y 10 años, por dos delincuentes que le robaron el auto en la esquina de Solier y Anatole France.

Dolor e indignación provocó en Avellaneda el salvaje crimen de Norberto Héctor Moletta, músico y dirigente sindical de la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba), quien fue asesinado por delincuentes que le robaron el auto y se llevaron a sus dos hijos, de 6 y 10 años, durante unas 40 cuadras.

Un jefe policial informó a la agencia de noticias DyN que el hecho se produjo alrededor de las 20 horas del domingo último, cuando Moletta salía de la casa de su madre, ubicada en la esquina de Solier y Anatole France, en la localidad de Sarandí, donde se había encontrado con sus dos hermanas.

El hombre, padre también de una beba de tres meses, ascendió a su auto, acompañado por sus dos hijos, y dos ladrones armados sorprendieron a Graciela Moletta cuando cerraba la puerta del domicilio, mientras que la hermana mayor ya se había retirado.

La mujer contó que su hermano, al percatarse de lo sucedido, le dijo a los delincuentes: «muchachos qué pasa’», a lo que recibió como respuesta «subite al coche que te quemamos».

«Llevalo al coche, le dijo mi hermano», pero los asaltantes «le arrancaron la llave y le dispararon” en el pecho», añadió en declaraciones al canal C5N.
La mujer, entre sollozos, dijo que luego «salieron con los dos chiquitos adentro”, de 10 y 6 años, «que es autista», y los abandonaron en Wilde, unas 40 cuadras más adelante.

Los niños salieron caminando por la Avenida Mitre «y el más grande lo tomó al chiquito de la mano, que no quería caminar, le dijo que si no caminaba venían los perros, y llegaron a la casa de la abuela, donde los encontró una vecina», precisó Graciela.

El vehículo fue encontrado en la madrugada de ayer en una calle del asentamiento conocido como Villa Itatí, ubicado en la localidad bonaerense de Bernal, partido de Quilmes.

Moletta fue trasladado al Hospital Presidente Perón por los vecinos, pero «ya era tarde, no había nada que hacer».

«A nosotros nadie nos protege», afirmó Graciela, quien sostuvo que «esa sensación es tristísima, destruyeron la familia, como tantas otras que se destruyen todos los días y que nadie presta atención».

«La comunidad toda se halla de luto, Norberto fue víctima de la inseguridad, otra muerte injusta», expresó, entre otros párrafos, la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires, a través de un comunicado, en el que despidió a Moletta «con gran dolor» y exigió «el esclarecimiento inmediato de este aberrante asesinato».

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