Talla y otras cosas por Arnaldo Carbone

Nací en Buenos Aires en 1953. Vivo en Avellaneda desde siempre. Estudié Derecho en la UBA.  Avanzada la carrera, sufrí una crisis vocacional y dejé la facultad para explorar el mundo de las  Artes Plásticas. Concurrí al Taller de Escultura del Instituto Municipal de Artes Plásticas. Estudié en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” y en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), obteniendo respectivamente los títulos de Profesor Nacional de Escultura, Profesor Nacional de Grabado y Profesor de Artes en Artes Visuales. Posteriormente, en el Instituto Superior de Cerámica “Fernando Arranz” obtuve el título de Técnico Restaurador de Obras de Arte. Más adelante, estudié Arte en Vidrio y Vitrales en la Escuela del Vidrio de Berazategui. El Museo Nacional del Grabado me becó al Taller del Maestro Alfredo De Vincenzo para estudiar técnicas de aguafuerte. Obtuve distinciones en las disciplinas de Escultura y Grabado. Participé en Salones oficiales y muestras colectivas. La presente es mi 3ra exposición individual. Tengo obras escultóricas emplazadas en espacios públicos y poseen obras mías algunos coleccionistas particulares. Trabajé como restaurador en el Museo Parlamentario y en el Museo Municipal de Artes Plásticas de Avellaneda. Ejercí la docencia en los niveles secundario y terciario no universitario en provincia de Buenos Aires y en CABA. Fui Jefe del Departamento de Escultura de la Escuela de Bellas Artes “Lola Mora”. Fui profesor de Lenguaje Visual I y II en el Instituto Municipal de Cerámica de Avellaneda “Emilio Villafañe”, profesor de Grabado y de Escultura y Secretario Docente en el Instituto Municipal Superior de Artes Plásticas. Soy jubilado docente desde noviembre de 2019. Actualmente exploro el mundo de las Artes del fuego. Trabajo en mi taller en todas las disciplinas mencionadas.

Al principio hay una emoción que pugna por salir de uno, de alguna manera. Busca materializarse, hacerse visible para todos. Volverse consistente y palpable. Algo hay que hacer, encontrar la manera. O la Forma. O el Volumen. Y el Espacio. ¿Por qué no ocuparlo, no? (Y desde el inicio, se sabe que acá no hay Música ni Literatura que sirvan como herramientas. Son otra cosa, y uno va por otro lado). Así planteada la cuestión, parece muy sencillo todo y en cierto modo lo es. Pero en algún momento no está todo tan claro y la incertidumbre te hace equivocar y confundirte y te perdés. Pero la necesidad está porque es verdadera y al final se impone. De los Sueños, decía don Ernesto Sábato, puede decirse cualquier cosa, menos que sean mentira. Vamos con la nuestra entonces. La necesidad expresiva se me planteó así, y se resolvió en un ya lejano comienzo y hasta hoy mismo con la Escultura y su potencia: la Talla. ¡Y la Talla directa! Claro que en el camino, se presentan otras necesidades que van encontrando sus maneras adecuadas: ir tropezando con el Dibujo y la Pintura, y con el Grabado buscar la precisión y las variantes de forma y color, junto con la multiplicidad de la imagen. Con el Vitral, hacer interactuar forma y color con la acción sublimadora de la LUZ (¡elemento cuasi Divino!). Volver a la materialidad con la Cerámica, un camino tomado como una asignatura pendiente y por fin en desarrollo. En esta muestra va algo de todo eso. Gracias a Cultura de Avellaneda y al Teatro Roma por invitarme. Gracias a Lucía Fariña por su compañerismo y por su laburo. Y por suerte, cuento con los seres queridos que me comprenden y bancan. GRACIAS. Y encontré Compañeros – Maestros que comparten conmigo sus conocimientos y amistad. Gracias a Héctor Garmendia, Omar Mártire Diéguez, Alfredo Percivale, Juan José Cano, Meko Soler y Claudio De Luca. Dedico esta Exposición a la Memoria de Héctor Garmendia y de Omar Mártire Diéguez.

Arnaldo Carbone