Inaugura en Avellaneda un restaurante con sabor a Italia

En febrero abrirá sus puertas en Alsina 148, Solofra, una propuesta familiar para recuperar los sabores de la comida italiana, con el aroma de la cocina casera.

Un 10 de febrero de 1947, en la comuna de Solofra, en la provincia italiana de Avelino, nacía Francisca Vignolo. Seis meses después, con su familia, llegaba a la Argentina para echar nuevas raíces, pero sin olvidar a sus ancestros.

Típica familia italiana, la comida casera y el amor por la cocina nunca faltó y, sin duda, cuando le tocó ser madre, Francisca supo mantener esa historia culinaria que transmitió a sus cuatro hijos.

En unas semanas, cuando Francisca estaría celebrando su cumpleaños 76, sus cuatro hijos, Carlos, Gabriel, Pablo y Adrián, le rendirán homenaje tanto a ella como a su ciudad natal, inaugurando Solofra, una propuesta gastronómica para recuperar las raíces y revalorizar el sabor de lo casero.

“Somos cuatro hermanos y todos hemos trabajado en el rubro gastronómico en algún momento de nuestras vidas, y siempre tuvimos en mente, como una utopía, hacer algo juntos”, relataba a La Ciudad Adrián Iglesias.

Los cuatro son de Sarandí y aman la comida italiana, pero no solo por su sabor, sino por lo que significa. La mesa es familia, compartir, juntarse y, precisamente, en eso quieren convertir a Solofra: en un punto de encuentro para los seres queridos, con el aroma de la comida casera y el placer de volver a probar platos que, quizá, para algunos solo quedaron en la memoria.

“Siempre quisimos reunirnos, trabajar juntos, estar más unidos como familia. La pandemia parecía indicar que cada uno tenía que salvarse solo, como podía, que no te podías juntar, pero nosotros como familia tratamos siempre de mantenernos unidos”, enfatizó.

“Tenemos una oferta principalmente de comida italiana, pero saliendo de las típicas pastas y las pizzas”, aseguró Adrián al describir el menú.

“Creemos que hay muchos más platos italianos que no tienen tanta trascendencia, no solo los principales, también las entradas o los postres”, agregó, citando como ejemplo de esto último la “affogato”, que es un helado de vainilla con café.

“Tenemos esas cositas en nuestras cartas para que algunos las vayan descubriendo”, remarcó Adrián, quien agregó que también están abiertos a que los clientes aporten aquellas comidas que sus ancestros italianos hacían en sus hogares.

Como en todo emprendimiento, Solofra se adapta a las necesidades de la zona y estará abierto desde las 8 de la mañana, ofreciendo desayunos, almuerzos, meriendas y cenas, en un local clásico del centro de la ciudad.

“El local es de principios del 1900 y, si bien lo remodelamos, conservamos su espíritu original, con arcadas, molduras de madera y techos altos”, describió.

El objetivo es que la gente se reencuentre con sus raíces porque, como bien explicó Adrián, “gran parte de las familias de la zona sur viene de Italia y la idea es reencontrarse con esa época y vivir la experiencia a través de la comida”.

“Visitar Solofra no es solo comer, es reencontrarse con el pasado y con una comida que parece hecha por los abuelos”, concluyó Adrián Iglesias.

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