Hallaron el ADN de Candela y huellas de uno de los detenidos en una casa en Villa Tesei

Los investigadores del crimen de Candela Rodríguez hallaron el ADN de la víctima en un bol con arroz hervido y pollo guardado en la heladera de una casa de la localidad bonaerense de Villa Tesei y presumen que es el alimento que le dieron a la niña antes de asesinarla.

Fuentes de la pesquisa informaron a Télam que, además, los peritos de la Policía Científica también encontraron huellas y el perfil genético de uno de los detenidos en un vaso que se hallaba en una de las habitaciones de esa misma vivienda, lo que los hace suponer que ese hombre fue quien actuó como “cuidador” de la niña.

Para los investigadores resultó clave la declaración de una vecina de esa casa situada en Kiernan 992 de Villa Tesei que contó que vio una utilitaria blanca que se acercó al lugar horas antes de la aparición del cadáver de Candela y que un hombre que estaba en el inmueble le pidió un vaso de aceite para cocinar.

Esa persona, cuyo ADN fue hallado en ese vaso, fue identificada por la policía como el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55), quien desde anoche está aprehendido al igual que la dueña de la casa, Gladys Mabel Cabrera (41).

Para ambos sospechosos, el fiscal de la causa Marcelo Tavolaro pidió al juez de Garantías Humberto Meade la detención formal como “partícipes necesarios” del homicidio, lo que el magistrado convalidó esta noche, explicaron a Télam fuentes judiciales.

Los mismos voceros señalaron que el juez también otorgó las detenciones pero por el delito de “encubrimiento agravado” de Gustavo Damián Valenzuela (44), el tornero mecánico Alfredo Monteros (36) y su padre, también llamado Alfredo (75), los otros tres aprehendidos desde anoche.

Las fuentes señalaron que tras la decisión del magistrado, el fiscal Tavolaro tiene previsto indagar a los cinco mañana a partir de las 8.

Mientras tanto, los pesquisas policiales continuaron con nuevos allanamientos, uno de ellos, en la casa de la calle Kiernan que ya había sido inspeccionada el jueves, un día después del hallazgo del cadáver de Candela.

Esa vivienda está situada a unos 500 metros de donde arrojaron el cuerpo y a unas 30 cuadras del domicilio de la víctima, y es investigada como el presunto lugar donde Candela estuvo cautiva al menos una parte de los nueve días en que permaneció desaparecida.

Allí, los peritos encontraron un primer bol sobre la mesada de la cocina con restos de arroz seco y otro similar en la heladera con arroz fresco hervido con pollo, por lo que decidieron “levantar” ese alimento con el fin de analizar si existían restos de saliva o células por el posible contacto con la víctima.

El lunes, esos estudios dieron resultado positivo, lo que derivó en las cinco aprehensiones.

Es que la autopsia al cuerpo de Candela había revelado que la niña estaba bien alimentada y se encontraron restos de arroz con pollo en su estómago, lo que hizo presumir a los peritos que la comida hallada en la casa de Kiernan fue la que le dieron a la víctima antes de que sea asfixiada supuestamente con una almohada.

Además, en el primer allanamiento del jueves, los pesquisas policiales también descubrieron que días antes había sido pintado el frente y que había un perro bien alimentado.

La dueña del lugar contó entonces a los investigadores y a la prensa que la casa estaba deshabitada desde la muerte de sus padres, pero que había un vecino que concurría diariamente a darle de comer al perro.

Por otro lado, los investigadores allanaron esta tarde una vivienda situada en Itaquí al 3180, del barrio porteño de Villa Soldati, donde residen los Monteros, cuyos vecinos salieron en su defensa al señalar que no tienen nada que ver con el hecho.

En ese sentido, algunos de los habitantes del barrio colocaron plantas de perejil en la puerta del domicilio para simbolizar la inocencia de padre e hijo y pegaron un cartel que rezaba: “Justicia por Alfredo y familia. 100% trabajador. Fuerza Alfredo. los vecinos te apoyamos”.

Los pesquisas también realizaron en las últimas horas nuevos procedimientos en la casa del carpintero Altamirano, ubicada en Charrúas al 1081 de Villa Tesei, -ya había sido allanada el viernes- y en la que reside Cabrera, en Humberto 1° al 2692, del barrio porteño de San Cristóbal.

Mientras que otro grupo de peritos volvió a inspeccionar esta mañana una Renault Trafic blanca del sospechoso Valenzuela que había sido secuestrada anoche.

Los investigadores presumen que Valenzuela y los Monteros utilizaron esa camioneta para transportar algunos muebles de la casa de la calle Kiernan y también procuraban establecer si pudo haber sido el vehículo para trasladar a Candela hasta el lugar donde finalmente fue hallada muerta.

Por esa razón es que los peritos buscaron huellas de la niña dentro del vehículo como así también pelos o restos orgánicos en una lona hallada en la caja del mismo.

Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto, cuando salió de su casa ubicada en Coraceros 2552, de Villa Tesei, para encontrarse con unas amigas con quienes asistía a un grupo de scouts, en la parroquia San Pablo Apóstol, de esa localidad.

Tras una intensa búsqueda, la niña fue encontrada muerta la tarde del miércoles pasado dentro de una bolsa, a la vera de la calle Cellini y la colectora del Acceso Oeste.

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