El escepticismo es una corriente filosófica que está basada en la duda. Se exige evidencia objetiva previa a una afirmación. Sólo después de esto se puede aceptar.
La palabra escéptico viene del griego skeptikoi, que significa examinar, quien duda e investiga. Así se llamaba a los seguidores del filósofo griego Pirrón.
Los pensadores escépticos no creían en una verdad objetiva, ya que todo lo que podría llamarse verdad es subjetivo, dependiendo del sujeto que estudia y no del objeto estudiado.
A esta postura de no emitir juicios sino exclusivamente opiniones, se la llamó epojé (suspensión de juicio).
Pirrón realizó muchos viajes junto a Alejandro Magno y pudo comprobar que muchas verdades y tradiciones simplemente eran relativas. Se impregnó tanto de la convicción de evitar el juicio que llegó al extremo de quitarse las cuerdas vocales.

Tanto se ha distorsionado nuestra concepción de los escépticos que los hemos etiquetado como seres negativos que descreen de las evidencias.
Ser más escépticos nos haría sin duda más pacientes, menos taxativos y más sabios. Frente a una opinión, evitaríamos el juicio y buscaríamos más argumentos.
Desafortunadamente nuestros compañeros de viaje y nosotros, nos hemos distanciado demasiado del sabio Pirrón, lejos de quitarnos las cuerdas vocales, usamos el juicio hasta el hartazgo: hemos transformado nuestra voz en un prejuicio.

Claudio Penso
Especialista en impulsar procesos de cambio y crecimiento
claudio@claudiopenso.com

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