Equilibrio y estabilidad, pilares de las habilidades emocionales

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Sucede muchas veces que nos encontramos con personas sin estudios de alta calidad que triunfan en casi todo lo que se proponen, y con personas altamente cualificadas que no progresan o no encuentran su sitio en lo profesional ni en lo personal. A primera vista parecería una paradoja, sin embargo dejaría de ser contradictorio si pensamos que existen personas que si bien no brillan en lo estrictamente racional, son muy habilidosos, muy inteligentes, muy eficaces y muy listos a la hora de tramitar sus emociones y sus sentimientos. Es decir, la inteligencia no sólo es coeficiente intelectual, cultura, títulos universitarios y destrezas, lógicas, numéricas o gráficas, sino que existe también otra forma de ser inteligente, la inteligencia de las emociones y los sentimientos.

Algunas personas saben afrontar las situaciones problemáticas y encuentran soluciones viables y convenientes, sin que los problemas o dificultades que tienen que afrontar los dejen varados, a la deriva, y sin posibilidad de encontrar la mejor resolución para sí mismos y para los otros si es que existen más personas involucradas, y hay otras personas que se sienten fracasar ante las dificultades, quedan atrapados en un callejón sin salida ante los obstáculos, y abandonan toda posibilidad de una resolución favorable para sus conflictos.

Esta capacidad de encontrar el mejor camino en las dificultades que se presentan a lo largo de toda la vida, se conoce con el nombre de inteligencia emocional, y es la que nos permite poner en acto y realizar nuestros objetivos, y depende sobre todo, de nuestra capacidad de vivir, de examinar y reflexionar sobre nuestros problemas y de ordenar nuestras emociones.

Como ejemplo podemos citar el caso de muchos genios, científicos, intelectuales, artistas, políticos, todas personas socialmente reconocidas y exitosas en su profesión, y que sin embargo han tenido una vida personal que ha sido un doloroso desastre, y en nuestro entorno inmediato podemos citar, y en este punto el lector encontrará su propio ejemplo, personas que llevan la existencia de su vida, la idea que uno tiene de sí mismo, las relaciones de pareja, las amistades, el trabajo y la capacidad de ser un buen padre o madre, de manera admirable, y esto depende de que el complejo mundo de las emociones y los sentimientos, interviene en cómo afrontamos las dificultades y resolvemos los problemas.

Las habilidades emocionales son a veces más importantes para nuestro futuro que el coeficiente intelectual, ya que en muchas situaciones el cerebro emocional piensa más rápido y mejor que el cerebro intelectual, es decir, las decisiones trascendentales de la vida de las personas, no son resultado de razonamientos abstractos, sino que están cargadas y teñidas de sentimientos que no se explican por la inteligencia lógica.

Las emociones las cultivamos desde la infancia y es en el seno de la familia donde el ser humano aprende a desarrollar su inteligencia emocional, y si los adultos son concientes de la trascendencia que tiene para el futuro de un niño prestar atención, integrar y conducir las emociones infantiles, seguramente cuando ese niño se convierta en adulto, poseerá un equilibrio armónico en la expresión de sus emociones. Si este proceso de aprendizaje incluyó la posibilidad de poder expresar las emociones fuertes, buenas o malas, viviéndolas sin que generen en la persona demasiadas dificultades, en la edad madura, esta estabilidad va a plasmarse en una mejor vida de relación en todos los ámbitos, en la pareja, en la familia, en el trabajo, con las amistades.

El equilibrio y la estabilidad emocional surgirán como expresión cuando podamos observar y escuchar al otro sus gestos, su forma de hablar, es decir, captando lo que el otro siente, en definitiva cuando podamos observar en nosotros mismos los propios sentimientos y emociones, y reflexionar sin son eficaces o si nos hacen daño.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

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