Hay muchos tipos de sociedades y de culturas, con la globalización, la agilización de los medios de transportes y el avance de la tecnología es más fácil interrelacionarse con otras culturas.

Igualmente cuando observamos los diarios del exterior, o tenemos la oportunidad de viajar, vemos que otras sociedades también tienen su grado de complejidad como la nuestra.

En definitiva es muy difícil que nos toque ofrecer nuestros productos o servicios en sociedades simples, la complejidad vino para quedarse y no irse más.

Si hablamos de consumidores individuales o familias, es decir todos los seres humanos tenemos preferencias e influencias que afectan la forma en que elegimos los productos o servicios, si es que podemos elegir en caso de haber más de un producto en ese mercado.

Los que se dedican a comercializar sus productos/servicios están atentos a las preferencias de los consumidores, y se preguntan en forma constante hacia donde irían los gustos y los deseos de las personas que podrían consumir nuestro producto.

En comercialización distinguimos diferentes tipos de consumidores/as, según lo que podamos reconocer, tal como edad, sexo, tipos de gustos, por ejemplo hay quienes se fijan mucho en los precios, que no necesariamente indique que tienen poco dinero, los que tienen poco poder adquisitivo siempre se fijan en los precios, salvo algún producto en donde el deseo juegue una fuerza irresistible, por ejemplo un par de zapatillas que cuesta $ 800 y lo compra una persona que recibe un ingreso de $ 1500., este ejemplo y muchos otros ejemplos nos lleva a estudiar los aspectos psicológicos, sociológicos y antropológicos del consumo, que muchas veces juega un papel preponderante en la elección de la compra.

La complejidad y los cambios hacen que nos encontremos con muchos tipos de consumidores, que se llaman segmentos de mercado, es decir porción de consumidores que tienen las mismas preferencias y van a hacer ciertos esfuerzos por conseguir sus productos, esos esfuerzos pueden ser dinero, desplazamientos, esperas, por ejemplo cuando vienen un artista vimos muchas veces que ciertos consumidores hacen colas de muchas horas, expuestos al calor o frío, cosa que otro consumidor no lo haría ni un minuto de su vida.

La gran pregunta es cómo son mis consumidores y que tendencia los afecta.
Las investigaciones de mercado son un instrumento para averiguar estos cambios, pero también el contacto cotidiano y la charla con los clientes, nos hacen reconocer tendencias, oportunidades y amenazas.

El conocimiento de nuestros consumidores nos da una ventaja competitiva importante, nos guía para mejorar nuestras estrategias de conectar afectivamente nuestros productos / servicios a nuestros consumidores.

Todo lo que podamos saber ya sea en forma directa, hablando con los clientes o en forma indirecta a través de los vendedores, podemos obtener pistas de la complejidad de las decisiones de compra y de los aspectos importantes para nuestros consumidores que hacen que elijan nuestro producto en desmedro de la competencia.

(*) Director de Josan Consultores.
Consultor en Capacitación, organización y marketing.
Profesor universitario y de postgrados
josanconsultoria@gmail.com