Emotivo homenaje a Salvador Soreda, primer maestro de Wilde

La comunidad educativa del colegio que lleva su nombre rindió un sentido reconocimiento al primer educador de la ciudad en la plazoleta ubicada en Ramón Franco y Piran, destinada al recuerdo de su legado.


El lunes 10 de septiembre, el Colegio Salvador Soreda organizó un acto en memoria del maestro de la localidad que llevó las primeras letras al pueblo incipiente de la actual ciudad. La actividad, impulsada en un principio por el colectivo Entre Mujeres, guardianas de la cultura, que desde sus comienzos incorporó en la agenda la necesidad histórica de reivindicar su figura, hoy cuenta con el impulso de la casa de enseñanza inicial, primaria y secundaria. En relación al promotor de las primeras practicas educativas en Wilde, la historia cuenta que todo comenzó en 1895 cuando el Sr. Merlino dispuso que en su propiedad funcionara una institución educativa. Los niños que habitaban en las cercanías concurrieron a ella, en el predio de la actual Escuela Nº 20.

Hombre sencillo y, firmemente, convencido que un proceso formal de enseñanza-aprendizaje traería pujanza y progreso a la localidad, promovió la creación de colegios e inspiró la emergencia de otros. Este es el caso del “Salvador Soreda” que todos los años lo recuerda en un acto donde el conjunto de la comunidad reflexiona sobre sus meritos como docente y el futuro de la práctica, clave para el desarrollo del país. Acompañados, por supuesto, de un protocolo que incluye una ofrenda floral sobre el busto del ilustre ciudadano.

En exclusiva para la Ciudad, Olga Susana Domínguez, Directora del Instituto Salvador Soreda, agregó: “Para mí, es un orgullo estar al frente del nivel secundario de una institución que lleva el nombre de nuestro primer maestro. Esta convocatoria que impulsamos, año tras año, expresa un espíritu de pertenencia hacia una figura que trasciende el tiempo y representa, a la vez, un camino de vida. Eso es lo que buscamos inculcar en nuestros estudiantes. Por último, hacia el final de su intervención, sentenció: “Nuestro ideario educativo se basa en tres premisas: solidaridad, autodisciplina y creatividad. Creo que él, mejor que nadie, supo plasmarlas en su tiempo. Pretendemos, humildemente, seguir su camino”.

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