“Si una parte no respeta sus compromisos, imagine la presión nacional e internacional que tendrá”, señaló Fabius en una entrevista con la radio “Europe 1”.
Insistió en que “todos los países que no cumplieran esos compromisos, verían los efectos sobre su reputación”.
El jefe de la diplomacia francesa reconoció las limitaciones del documento pero subrayó que creó una dirección en las políticas ambientales por lo que aseguró que el mundo se dirige “hacia una economía descarbonizada”.
“Seamos claros: todo no estará arreglado con París, pero no se hubiera solucionado nada sin París”, argumentó en declaraciones que reprodujo la agencia EFE.
Finalmente Fabius afirmó que el compromiso “fue extraordinariamente difícil” de lograr porque los países que lo adoptaron “son muy diferentes”.