“El poder acumulativo es plenitud artificial hoy y autodestrucción mañana”

El cardenal Bergoglio encabezó el tedeum del 25 de Mayo. Dijo que sólo el diálogo permite “tender puentes”. Habló de corrupción y criticó que “nadie se hace cargo”. Volvió a rechazar la despenalización de droga: “Creen que haciéndolas legales ya son buenas”

El cardenal Jorge Bergoglio encabezó esta mañana el tedeum del 25 de Mayo en la catedral porteña y en su homilía puso como ejemplo “aquellos movimientos y acuerdos básicos” de 1810 que “nos remiten una y otra vez a los fundamentos de nuestro convivir diario familiar y social y, por tanto, sociopolítico también”.

La máxima autoridad de la Iglesia Católica argentina destacó a los “padres de Mayo” como aquellos que, con diferencias y errores, “apostaron a la confianza mutua, que es raíz y fruto del amor”.

Bergoglio señaló que el camino es el “amor fundante”, el poder del amor como “servicio”. “Sin amor, el alma se marchita y endurece, se vuelve fácilmente cruel. (…) El amor inspira la nobleza a pesar de pensar distinto (…) y la confianza mutua, basada en la confianza en lo superior, nos facilita no sólo la convivencia, sino el construir común de una comunidad nacional que nos beneficie”.

En este sentido, el cardenal atacó al “relativismo” y al “poder como ideología única”, como “locuras que terminan impidiendo la realización del proyecto de nación”.

El relativismo, dijo el eclesiástico, “excusa del respeto de las diferencias, homogeneiza en la transgresión y en la demagogia; todo lo permite para no asumir la contrariedad que exige el coraje maduro de sostener valores y principios”.

Con respecto al poder como ideología única, subrayó que la ideología del “todos buscan dominar sobre los otros” erosiona la confianza social.

“El ejercicio de buscar poder acumulativo como adrenalina es sensación de plenitud artificial hoy y autodestrucción mañana”, advirtió el obispo.

Las drogas también tuvieron su capítulo. El cardenal una vez más se opuso a la despenalización de las drogas y a su consumo personal, ya que implican una “narcosis del espíritu y de la vida”. “Creen que haciéndolas legales ya son buenas”, sostuvo. “Entregamos nuestras vidas y, mucho peor, las de nuestros niños y jóvenes, a las soluciones mágicas y destructivas de las drogas (legales e ilegales), del juego legalizado, de la medicación fácil, de la banalización hueca del espectáculo, del cuidado fetichista del cuerpo. Las encapsulamos en el encierro narcisista y consumista”, advirtió la autoridad católica en la homilía.

Finalmente, el obispo llamó a reconocer nuestras debilidades, capacidad que evalúa necesaria para construir un proyecto común. Explicó que por no sabernos débiles nadie quiere hacerse cargo de los casos de corrupción.

“No soportamos vernos débiles. (…) El diálogo y la búsqueda de las verdades que nos llevan a construir un proyecto común implican escucha, renuncias, reconocimiento de los errores (…). Pero da la impresión de que siempre caemos en lo contrario: los errores son cometidos por “otros” y seguramente en “otro lado”. Crímenes, tragedias, pesadas deudas que debemos pagar por hechos de corrupción… pero “nadie fue”, dijo Bergoglio.

Crédito foto: DyN

noticias relacionadas