“Deseo expresar mi cercanía a todos los afectados por este crimen cobarde y sin sentido, e invito a orar al Señor por las numerosas víctimas y sus seres queridos”, agregó el pontífice desde el balcón del Palacio Apostólico del Vaticano en la celebración del “Lunes del Ángel”, o “Pasquetta”.

“Hago un llamado a las autoridades civiles y a todos miembros de la sociedad de esa nación para que hagan todo lo posible para restablecer la seguridad y la serenidad a la población y, en particular, a las minorías religiosas más vulnerables”, pidió el obispo de Roma.

Francisco aprovechó la celebración para repetir “una vez más que la violencia y el odio asesino sólo conducen al dolor y la destrucción”, y afirmó que “el respeto y la fraternidad son la única manera de lograr la paz”.

“Que la Pascua del Señor inspire en nosotros, aún con más fuerza, la oración a Dios para que se frenen las manos de los violentos, que siembran el terror y la muerte, y en el mundo puedan reinar el amor, la justicia y la reconciliación”, finalizó el Papa, quien llamó a rezar “por todos los muertos en este atentado, por sus familiares y por la minoría cristiana”.