El Ombú de Preciado y Fernández Larrain  

Escribe Antonio J. González.

La investigación histórica tiene, a veces, características personales que identifican al actor que decide buscar, como una idea fija, causas, hechos, circunstancias… documentos que nos digan lo que buscamos y no siempre con éxito. Un ejemplo de esto lo encontramos en las referencias que hace nuestro historiador máximo en la región, Federico Fernández Larrain, con quien compartimos muchas inquietudes culturales desde la década de los ’50. Veamos cómo Larrain llegó a conclusiones sobre la ubicación del ombú “de Preciado” en Gerli. La primera mención de la existencia de esa zona o lugar,-dice– entonces en el vasto Quilmes, data del año 1836 (por lo menos hasta hoy) en que el Juez de Paz de ese Partido informa al Gobierno sobre los individuos que componen la autoridad del Juzgado a su cargo, citando en nota de fecha 31 de diciembre de aquel año a ‘Dionisio Ojeda”, teniente alcalde del Cuartel 1, que vive a seis cuadras del Ombú de Preciado”. Es decir que para encontrar este hallazgo es necesario consultar archivos, bibliotecas y oficinas estatales para dar con los datos que se buscan.

 

“En el último informe del Juez de Paz de Quilmes, el 30 de noviembre de 1851, – continúa Larrain–  aparece nuevamente nombrado el lugar al citar la filiación del teniente alcalde del cuartel 10 don Pedro Espinosa, quien era correntino, de 65 años de edad, casado, jornalero, con un “capital o fortuna” de diez mil pesos, residente a inmediaciones del Ombú de Preciado, que no lee ni escribe, y que “es de honrada conducta y de buenas actitudes”. Y va apareciendo la luz en esta investigación.

 

“Asi dimos –sigue Larrain- con un importante dato asentado por el agrimensor don Saturnino Salas, en un plano de mensura de los terrenos de don Lorenzo Garat realizada en el año 1866 y que corresponderían a una fracción hoy ubicada entre las calles Heredia, General Deheza, Agüero, y Acha (Duplicado 41 de Avellaneda Archivo Público de la Dirección de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires) y en donde el agrimensor da los rumbos para la medición que hizo del terreno, poniendo como puntos de referencia las torres de la “Iglesia de Barracas” y el “Ombú de Preciado”, por lo tanto, el ombú era visible desde el terreno de Garat” continúa así con el relato de sus investigaciones.

 

“…revisamos las mensuras 16 del año 1835, 17 del 56, 31 del 60, y 190 del 90 con importantes referencias del año 55;… construimos un plano sobre el cual no solo ubicamos las referencias toponímicas y los accidentes geográficos sino que ubicamos los afincamientos” y además el historiador constató personalmente en el lugar la ubicación geográfica de ese arbusto que ya no existe, llegando a conclusiones y afirmaciones con su propio testimonio. Todo un compromiso integral con la responsabilidad de informar y rescatar del olvido hechos, personajes y acontecimientos. Grande, Federico…

 

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