El mercado de Abasto inició una campaña para difundir el consumo de frutas y verduras

Lo hace mediante una publicación periódica y visitas guiadas de escuelas. El Mercado de Abasto está ubicado junto al kilómetro 9,5 de la Autopista Buenos Aires-La Plata. Los días sábados tienen venta comunitaria a la que asiste un gran porcentaje de compradores.

El mercado frutihortícola de Avellaneda «Abasto XXI» inició una serie de actividades tendientes a concientizar a la comunidad sobre la importancia de consumir frutas y verduras, que incluye desde la confección de un tríptico informativo, hasta la elaboración de una pequeña revista con consejos útiles y la organización de visitas guiadas de alumnos de establecimientos primarios a las instalaciones del predio.

El primero de los trípticos nació el año pasado cuando el Mercado fue invitado por la Unión Industrial de Avellaneda a participar de una nueva edición de la Expo.

Con el objetivo de cumplir un rol activo en la exposición y de poder explicar a la comunidad qué era «Abasto XXI» y a qué se dedicaba, los responsables del mercado decidieron confeccionar un folleto explicativo sobre las bondades de diversos productos y distribuirlo entre los visitantes, junto a una bolsa con frutas.

La idea de la difusión no solo fue incrementar las ventas, sino tratar de refrescarle a los más grandes aquellos conceptos sobre alimentación sana que aprendieron en la primaria y tratar de que los mas chicos, después del almuerzo o la cena, elijan una fruta y no un postrecito.

A nivel nacional, el mercado de Avellaneda forma parte de alguna manera de una publicación denominada «Consuma Salud», en el cual se refleja toda la actualidad del sector.

Motivados por lo que significa tener una revista para difundir sus novedades e impulsados por los resultados de haber salido a la comunidad con un folleto explicativo, «Abasto XXI» decidió realizar algo «intermedio» para darse a conocer y además brindar servicio.

Y ahí nació el nuevo tríptico «Consuma Salud», que tiene una primera edición con diversas recetas a base de verduras y frutas. El gasto fue solventado por varios puesteros que colocaron su aviso y, en la portada, cuenta con un espacio en blanco para que cada verdulero de barrio que se acerca al mercado pueda poner sus datos y regalárselo a sus clientes.

Por otra parte, la participación del Mercado en la Expo también despertó otras ideas para desarrollar junto a la comunidad, ya que fue en el propio stand donde las autoridades de «Abasto XXI» tomaron contacto con la Escuela Nº 5 «Fragata Sarmiento» y a los pocos días organizaron una visita guiada para los alumnos de tercer grado.

La «guiada» fue realizada por dos nutricionistas especialmente contratados para la ocasión, los cuales les explicaron a los chicos los principios básicos de una alimentación sana, no solo para que crezcan en mejores condiciones, sino también para que lleven ese mensaje a sus hogares.

«Los chicos estaban enloquecidos, recontentos, mandaron regalitos, como dibujos y un cuadernillo con recetas, hecho por ellos mismos», contaron los organizadores de la charla.

Tal fue el éxito y la satisfacción de recibir a los chicos en el mercado, que los responsables de «Abasto XXI» ya se fijaron el objetivo de realizar al menos una visita al mes.

Las escuelas que estén interesadas en sumarse podrán contactarse por correo electrónico a abastoxx1@abastoxx1.com.ar

73 años de historia
El mercado frutihortícola de Avellaneda nació en 1930, en la intersección de España y Colón, predio que actualmente ocupa el Centro Cultural «Antonio Hugo Caruso», hasta que en 2009 la urbanización y el progreso los obligó a buscar un espacio más amplio y con mejores condiciones para trabajar.

En ese marco, 27 de los actuales 152 puesteros se asociaron para darle vida a un emprendimiento de seis hectáreas y media, ubicado junto al kilómetro 9,5 de la Autopista Buenos Aires-La Plata.

La forma de trabajar en el nuevo mercado es totalmente diferente a como se operaba en otros años, gracias a la amplitud de espacios y a la comodidad para cargar y trasladar la mercadería.

«En la parte operativa el cambio fue muy grande porque todo el trabajo que se hace ahora con carros, antes se hacía a hombro. Era más sacrificado y en este momento, como estructura de trabajo, hemos adelantado muchísimo», le contó a La Ciudad Jorge «Grillo» Retamozo, quien ya lleva 37 años de trabajo en el Mercado.

«Al principio a los puesteros les costaba adaptarse, sentían que si se iban del viejo mercado éste desaparecería -agregó- pero con el tiempo se dieron cuenta que el cambio es para mejor».

Con el nuevo predio, más vecinos se acercan al Mercado porque el espacio físico es muy diferente y más confortable.
«Los sábados tenemos una venta comunitaria donde entra mucha gente que quizá, al otro mercado, no entraba porque era un tabú o tenía prejuicios», comentó «Grillo».

«Antiguamente era un mundo aparte, las mujeres ni entraban y ahora hay un porcentaje muy grande. Los cambios son grandes y siempre para bien», concluyó Retamozo.

Como toda nueva etapa, aparecen dificultades que tienen que ser sorteadas para seguir adelante. Hoy, tras superar problemáticas que eran «prioridad» y lograr mayor estabilidad, los responsables del mercado pudieron sumar a los objetivos comerciales, otras metas de vital importancia, tanto en el ámbito social, como en el educativo.

Recomendaciones de la OMS
La Organización Mundial de la Salud recomienda la ingesta de un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras (excluidas las papas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad.

Entre las frutas y las verduras más comunes, el Mercado Frutihortícola les recomienda a los alumnos que visitan el emprendimiento el consumo de:

Banana: Es muy rica en potasio y magnesio, tiene también hierro, betacaroteno, vitaminas del grupo B y C, y es buena en fibras. La presencia de las tres vitaminas antioxidantes (A, C Y E) hace que figure como «fruta-salud». Por estos motivos constituye una fuente de energía natural y gustosa, excelente para niños y deportistas.

Naranja: Es rica en vitamina C, ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio. También aporta cantidades importantes de betacaroteno lo que hace de la naranja una fruta con un gran poder antioxidante.

Lechuga: Su alto contenido en agua y baja proporción de azúcares, proteínas y grasas, hacen que sea un alimento de muy bajo contenido calórico. Por su riqueza en fibra produce una gran sensación de saciedad y es muy indicada para dietas de control de peso.

Zapallo: Es una hortaliza sumamente nutritiva y su pulpa de color anaranjado indica su alto contenido de betacaroteno, sustancia que ayuda a prevenir enfermedades. Es regulador de la función intestinal, fortalece el sistema óseo y colabora en la formación de anticuerpos.

«Yo, sí puedo» llegó al Mercado
El programa de alfabetización «Yo, sí puedo» llegó al Mercado de Abasto para ofrecerle a los trabajadores del lugar que no saben leer ni escribir la posibilidad de contar con una herramienta indispensable para que cada ser humano pueda desarrollarse con libertad e independencia.

En principio, se sumaron a la iniciativa siete personas, aunque la cifra disminuyó por la idiosincrasia de los trabajadores del lugar.

«Una de las grandes contras que tenemos es la forma de pensar de los que trabajan en el lugar, que los desalienta para seguir -comentó Jorge Retamozo, puestero y colaborador de la iniciativa- porque los muchachos que tienen entre 40 y 50 años y que no saben ni leer ni escribir, son blanco de las cargadas cuando comentan que van a estudiar o a aprender».

«Los que van tienen un entusiasmo bárbaro. Además nosotros los vamos concientizando de que no tienen que escuchar lo que dicen los demás, que saber leer y escribir es importante para ellos», añadió Retamozo.

Para evitar la deserción, los horarios por lo general se van acomodando, porque la mayoría que estudia lo hace después de trabajar, con el desgaste que ello significa, e incluso algunos llegan casi sin dormir.

Finalmente, Retamozo remarcó que aquellos vecinos que no están alfabetizados y que por alguna razón tienen ciertos «prejuicios» para capacitarse en su propio barrio podrán acercarse el Mercado Frutihortícola para ser parte de «Yo, sí puedo».

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