El Hospital Fiorito inauguró un Resonador Magnético Nuclear

Convertirá al nosocomio en un centro de referencia en materia de trauma y emergentología en la Región. Permitirá realizar numerosas resonancias mensuales y obtener diagnósticos por imágenes de alta calidad en menor tiempo. Demandó una inversión de 1.500.000 dólares por parte del gobierno provincial.

El Hospital Pedro Fiorito inauguró un Resonador Magnético Nuclear, en un sector especialmente reacondicionado para alojar tanto al equipo como al personal que lo operará.

El nuevo equipamiento permitirá realizar numerosas resonancias mensuales y mejorar de esta forma los tratamientos de los pacientes, ya que permitirá obtener diagnósticos por imágenes en menor tiempo y con alta calidad.

El resonador demandó una inversión de 1.500.000 dólares por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires, y convertirá al Fiorito en un centro de referencia nacional en materia de diagnóstico por imágenes.

El acto comenzó con las palabras del director asociado, Gustavo Magarelli, quien explicó que en la provincia hay tres equipos de esta características, incluyendo el del Fiorito, y que fue una “gran apuesta que ha tenido el gobierno de María Eugenia Vidal”.

Seguidamente el Ing. Jaime, de la empresa Siemmens, brindó algunas especificaciones técnicas referidas al equipo y explicó que el Resonador Amira de 1,5 Tesla es el más moderno que ha sacado la empresa.

A continuación el director del Fiorito, Dr. Pascual Mario Pinto, destacó el esfuerzo que se hizo para conseguir este equipamiento, a la vez que destacó que el hospital ha sido designado en la matriz de salud para trauma y emergentología, dentro de la estructura geográfica que abarca, que incluye canchas de fútbol, autopistas y avenidas de gran intensidad, propicias para las demandas de ese tipo.

El objetivo, tal como aseguró Pinto, fue, en base a esa matriz, diseñar el Hospital Presidente Perón para estructura cardiovascular y el Fiorito en emergentología.

“Hoy es una presentación de una primera etapa, donde se presentan las reformas edilicias, el ensamble, la puesta a punto y calibración del equipo, quedando para una etapa posterior la capacitación técnica con personal del hospital de diagnóstico por imágenes, para la implementación de estudios progresivos. Se podrán hacer estudios de altísima definición, a nivel de los mejores centros privados y públicos”.

Luego de las palabras del Dr. Pinto, el padre Juan Manuel Rega procedió a la bendición del equipo, las instalaciones y personal del hospital.

El acto prosiguió en el Museo del Hospital, donde hubo un brindis con el personal e invitados.

Allí, el enfermero del nosocomio y cantante, Gastón Posse, abrió el encuentro entonando las estrofas del Himno Nacional.

Luego, el Dr. Roberto Fayanás y la Dra. Silvana Polistina, de la Región Sanitaria VI, brindaron unas palabras a los presentes.

La Dra. Polistina explicó que este resonador “no sólo va a beneficiar a la población de Avellaneda sino a nueve municipios y probablemente algunos más”.

Por su parte, Fayanás señaló: “No había resonador en la región, tener que derivar estos estudios a centros privados era una preocupación. Valoramos muchísimo la gestión realizada”.

En tanto, la directora asociada, Dra. María Alicia Martínez Cortizas, se dirigió a los presentes explicando que “para nosotros llegar a este día ha sido dificultoso, de mucha tarea. Lamentablemente no logramos concretar todos los nombramientos que deseábamos, eso es un faltante importante, pero seguramente en 2020 se van a incorporar. Quiero remarcar servicios esenciales que nos han ayudado, sacando palos de la rueda, no poniendo. Quiero agradecer también a todos aquellos que, como amigos, nos han acompañado. A todos los compañeros que de un modo u otro nos hicieron sentir que medianamente, con nuestras fallas, estamos intentando hacer las cosas bien y un gran agradecimiento a la Asociación Cooperadora, que visible e invisiblemente nos apoya siempre”.

Gustavo Magarelli, por último, dio el mensaje final: “Creo que después de estos tres años y medio todas las obras que hemos dejado y los servicios que se han reinstalado, son una prueba fehaciente de nuestro compromiso con el hospital público. Desde que nos hicimos cargo de la dirección nos pusimos como meta reabrir la maternidad. Nos parecía que era una necesidad imperiosa de toda la comunidad de Avellaneda contar con ese servicio, nos propusimos esa meta y en escasos seis meses, y con la colaboración del ministerio de la zona VI, la abrimos. Hoy mil doscientos bebés nacen allí por año, con una mortalidad mínima. Eso es un hito que nos llena de orgullo. Porque con el aggiornamiento que se hizo el año pasado, gracias a la Cooperadora, la adecuación de un nuevo pabellón, la instalación de un nuevo ascensor, neonatología, que es de lujo, nos parece que puso a la maternidad del Fiorito en primer nivel. Hoy tenemos funcionado tres ambulancias, tenemos hecha la guardia a nuevo, hemos puesto a punto un montón de servicios, se han nombrado entre 50 y 100 profesionales de la salud cada año. Nos toca irnos con la satisfacción del deber cumplido. Cuando uno siente que el hospital público está de pie, cumple con su función, que es ayudar al más necesitado y estar siempre, siento que le rendimos honor a nuestro deber como ciudadanos”.

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