El argentino Jorge Bergoglio es el nuevo Papa Francisco I

Fue elegido en una votación en la que participaron 115 cardenales electores congregados en la Capilla Sixtina. Jesuita, de 76 años, el ex arzobispo de Buenos Aires es el primer pontífice latinoamericano. «Mis hermanos cardenales buscaron en el confín del mundo», dijo con una sonrisa ante una colmada Plaza San Pedro.

En un hecho tan sorprendente como histórico, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido nuevo Papa y escogió el nombre de Francisco I para suceder a Benedicto XVI, quien renunció el pasado febrero.

El nuevo pontífice, jesuita de 76 años, es el 266º Papa de la Iglesia Católica y el primero de América Latina.

Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina, hijo de un trabajador ferroviario de origen piamontés y de un ama de casa.
Ayer, al hablar ante la plaza de San Pedro, donde ya se habían congregado miles de personas, Bergoglio expresó: «Vosotros sabéis que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma, y parece que mis hermanos cardenales han ido a escoger al fin del mundo», destacó el flamante Papa Francisco I.

Mientras la banda tocaba los acordes del himno vaticano, la multitud saludó al nuevo Papa con un griterío ensordecedor. El nuevo pontífice no salió al balcón con estolas granates bordadas, solo con la típica túnica blanca papal, una clara imagen de austeridad. Además, llevaba la cruz pectoral negra, de obispo, en lugar de la dorada típica de los papas.

Tras esperar que dejen de sonar los acordes, Francisco I agradeció «la acogida de la comunidad diocesana de Roma a su nuevo obispo», propuso una oración por el Papa saliente, Benedicto XVI y comenzó a rezar en italiano un padre nuestro, luego un avemaría y por último un gloria.

«Y ahora, comenzamos este camino, el obispo y el pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma que presido. Rezamos por todo el mundo, para que sea una gran hermandad. Auguro que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi cardenal vicario aquí presente, será fructuoso para la Iglesia y para esta bella ciudad», añadió y pidió a los fieles una «oración del pueblo para el Papa. Recemos en silencio esta oración vuestra por mí», dijo Francisco I.

Acto seguido, Bergoglio se colocó la estola para realizar la bendición Urbi et Orbe y dijo: «Os doy la bendición a vosotros y a todo el mundo. A todos los hombres y mujeres de buena voluntad».

«Rezad por mí. Y nos vemos pronto. Mañana quiero ir a rezar a la Virgen. Buenas noches y descansad bien», finalizó el nuevo Papa argentino.

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