Dr. Hugo Rodríguez: «En medicina uno no sólo pone el cuerpo, sino también el alma»

El Doctor Rodríguez se desempeña en el área de Endoscopía Respiratoria el Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”

Cuando uno recorre desde adentro el Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” se sorprende por su imponente extensión. Tras recorrer algunos pasillos que parecen no tener fin, y luego de tomar algunos atajos, se puede acceder al área de Endoscopía Respiratoria, en el denominado “Sector Violeta”.

En ese preciso lugar, el Doctor Hugo Aníbal Rodríguez brinda, cada día, toda su capacidad y experiencia como médico especialista en Otorrinolaringología Pediátrica, atendiendo a cientos de chicos de todo el país que llegan al hospital con patologías de vía aérea.

El Dr. Rodríguez es en la actualidad Presidente de la Asociación Argentina de Otorrinolaringología Pediátrica y participa activamente como Secretario de Prensa y Difusión de la Federación Argentina de Sociedades de Otorrino (FASO), que reúne a todas las sociedades de Otorrino del País. Asimismo, ha presidido el “XII Congreso Argentino de Otorrinolaringología y Fonoaudiología Pediátrica”, llevado a cabo en la última semana del pasado mes de mayo en el Hotel Sheraton de Buenos Aires.

Toda una vida en Avellaneda
Todos los días, religiosamente -de lunes a viernes, y sábados por medio-, el Doc cruza el Puente Pueyrredón o el Victorino de la Plaza, dependiendo de la densidad del tránsito, hacia Capital, porque por circunstancias de la vida, no se desempeña profesionalmente en la ciudad que lo vio nacer.

“Viví toda mi vida en Avellaneda. Al comienzo viví en Villa Domínico, a una cuadra del parque. A los 11 años me mudé al centro de Avellaneda, en Italia entre San Martín y Av. Mitre. Hice mi formación en el colegio San Martín, desde sala de 3 años hasta que terminé el secundario y, de hecho, mis hijos estudiaron también en el San Martín. La carrera la hice en la Universidad de Buenos Aires, pero ya desde tercer año estuve en el Hospital Fiorito. Allí hice toda mi unidad. Después hice la residencia en el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde. Fui el primer residente de otorrinolaringología pediátrica del país, en el año 80… ¡así que hace bastante! (risas)”, recordó el facultativo de 54 años.

“A Avellaneda la llevo siempre en mi corazón, lo que pasa es que no hay hospitales pediátricos exclusivamente (sonríe). Pero me crié, estudié, viví, tengo a mis amigos ahí, soy hincha de Racing…”, reconoció el Dr. Hugo, quien no sólo logró trasladar a sus hijos la pasión por el cuadro de sus amores. Es que dos de sus tres varones siguen sus pasos:
“Juan Agustín, de 27 años, ya es médico y está haciendo la residencia en otorrinolaringología. Y Máximo (25), también está estudiando medicina. ¡Por suerte a los dos les gusta la especialidad! Y el más chico, que es Lisandro, de 22 años, estudia Cine. Es el más artista, el que tenía su banda de música y tocaba la batería”, dijo con orgullo.

Papá Hugo, tampoco se olvida de su señora esposa Susana, quien es la que “lo banca en todo esto”. Una actividad que le demanda “entre 12 y 14 horas por día, inclusive los sábados, y muchos domingos de quedarme con la computadora armando charlas”, reconoció.

El difícil pero gratificante trabajo de cada día
En el Servicio de Endoscopía Respiratoria del Hospital Garrahan, se realizan mensualmente más de 300 procedimientos endoscópicos, sin contar las consultas que no conllevan procedimientos. La endoscopía es un estudio de toda la vía aérea y se refiere a pacientes con cuerpos extraños, que se aspiren o se traguen; pacientes que tengan problemas en la voz (disfonías, patologías que le afecten las cuerdas vocales); patologías pulmonares o respiratorias; patologías congénitas; hendiduras laríngeas; estenosis laríngeas (disminución de la luz de la laringe). Sobre esta última afección muy habitual, el Dr. Rodríguez explicó que, como “la laringe es un órgano que interviene en la fonación y en la respiración, a veces cuando hay pacientes que tienen intubaciones prolongadas, o sea que, por otras patologías requieren que tengan un tubo endotraqueal para la asistencia respiratoria mecánica, el organismo reacciona tomándolo como un cuerpo extraño y hace un cierre, en general, por debajo de las cuerdas vocales. Eso provoca que, en muchas ocasiones los pacientes requieran una traqueotomía transitoria, hasta que se le pueda realizar una cirugía reconstructiva de la laringe”.

La realización de todas esas prácticas es posible al trabajo integral de todo un equipo. El médico destacó el factor humano, en el éxito del servicio que ofrecen.
“Esto es gracias a todo el equipo. En medicina es muy difícil que uno pueda hacer las cosas solo. Cada día es más difícil. Uno requiere de todo el conjunto. Desde la secretaria, hasta la instrumentadora, las enfermeras y todo el equipo médico. Uno debe unirse y trabajar en conjunto. Eso es lo fundamental. Creo que la medicina solitaria, casi no existe más”, afirmó.

Del mismo modo, resaltó las excelentes condiciones bajo las que lleva adelante su tarea.

“Nosotros trabajamos acá en el hospital, la mayoría trabaja 8 horas, otros trabajamos 6. Todos los días de lunes a viernes y sábado por medio. El hospital es de mediana y alta complejidad, y recibe patologías complejas de prácticamente todo el país. Realmente uno trabaja de manera placentera, si bien el nivel de exigencia es mucho, el stress es muy alto, uno tiene los medios necesarios para trabajar con normalidad. En realidad no nos podemos quejar. Por cómo está la salud pública en general, esto es una isla. Debe haber otros lugares similares pero esta es una de las pocas islas, en salud, que quedan”, reconoció con sinceridad, al tiempo que añadió.

“Tenemos un gran nivel de interconsulta y una gran cantidad de profesionales, y por todo eso es un buen lugar para trabajar. Pero creo que por ser un hospital de niños, la mayoría de la gente le pone mucho más el corazón”.

Otro de los aspectos sobre los cuales se refirió el Dr. Hugo Rodríguez es el que tiene que ver con los avances tecnológicos que repercuten en la medicina. Uno de esos ejemplos lo constituyen los implantes cocleares. Si bien el primer implante coclear –muy primario, por cierto- que se colocó en el mundo fue en 1957, y en nuestro país, se puso por primera vez hace ya 31 años, actualmente se habla mucho del tema porque precisamente la tecnología en constante avance, los hace cada día más confiables.

“Al principio se utilizaba exclusivamente para aquellos pacientes que tenían sorderas totales”, mencionó el Dr. Rodríguez. “Después se fue ampliando para aquellas hipoacusias severas o profundas en las que el audífono no rendía su efecto. Y ahora los modelos son más chicos, se autorregulan ellos mismos, y son mucho más confiables”.

“Hace muchos años atrás, cuando yo empecé, el paciente que era sordo prácticamente no tenía opción. Hoy tenemos la posibilidad del implante coclear, que no deja de ser una cirugía, con sus riesgos, pero que le mejora al paciente su calidad de vida. De hecho, en este hospital, el Doctor Leopoldo Cordero ha colocado más de 700 implantes”, resaltó.

La Argentina en el contexto mundial
El XII Congreso Argentino de Otorrinolaringología y Fonoaudiología Pediátrica que presidió el Dr. Hugo Rodríguez tuvo un pre-congreso que se hizo en el propio Hospital Garrahan, en el que se hicieron endoscopías en vivo de vía aérea (Endoscopy Day), y contó con la presencia de dos invitados extranjeros de primera línea mundial: los doctores Robin Cotton (Director de Otorrinolaringología Pediátrica en el Cincinnati Children´s –Ohio, Estados Unidos) y Peter Koltai (Jefe de Otorrinolaringología Pediátrica del Lucile Packard Children´s Hospital –Stanford, California, Estados Unidos). Después se hizo uno de implantes cocleares, realizadas en un sanatorio de capital y transmitidas al lugar del evento (Hotel Sheraton).

Rodríguez sostuvo que “en medicina es una constante actualización. Así que los congresos sirven, por un lado, para saber en dónde estamos parados, dónde está parada la Argentina en el contexto mundial. Y dónde está parado nuestro hospital en el contexto internacional. Y por otro, para conocer las últimas actualizaciones. Por suerte estamos en un muy buen lugar”, expresó.

“Nosotros (refiriéndose a los médicos argentinos) estamos acostumbrados a rebuscárnosla con tan poco, que somos muy reconocidos internacionalmente. Porque nos es más fácil adaptarnos a muy buena tecnología”, dijo Rodríguez, y agregó. “De todas maneras, nosotros, en este servicio, tenemos todo lo que puede tener cualquier hospital internacional. Posiblemente en menor cantidad. Lo que en Estados Unidos tienen 15 o 20, nosotros tenemos uno, pero lo tenemos, funciona y nos permite brindar un servicio”.

El Doctor Hugo Rodríguez ha participado de innumerables meetings de la Academia Americana de Otorrinolaringología, y ha asistido al Congreso Europeo de Otorrino Pediátrico como conferencista, además de especializarse en el Cincinnati Children´s, considerada como una de las mejores instituciones a nivel mundial en patologías de vía aérea. Asimismo, está trabajando en un proyecto junto a especialistas italianos, de la Universidad de Padua, el susysafe Project (www.susysafe.org), que es un proyecto para tratar de conocer cuál es el riesgo real de asfixia en los chicos, por cuerpos extraños.

Como última reflexión, el Dr. Rodríguez comentó que “Cuando un paciente funciona bien, se cura o se recupera de una patología severa, es una satisfacción indescriptible, como así también aquellos que no tienen un final feliz son una derrota y una angustia que no queda en el consultorio, sino que, te la llevás para toda la vida”.

“Un chiquito que no tenía buena voz y empieza a hablar mejor; o que no respiraba bien y empezó a hacerlo correctamente; o que estaba traqueotomizado y que le pudiste sacar la cánula de traqueotomía; que estaba obstruido seriamente por un cuerpo extraño y se lo pudimos resolver; o con un traumatismo severo de la laringe o la tráquea y se pudo arreglar; que tuvo una estenosis traqueal y se pudo resolver, son todas las satisfacciones que te da la medicina. Creo que todos los que amamos la medicina, amamos que nuestros pacientes funcionen bien.

Todo lo referente a la medicina me gusta: atender pacientes, operar, dar charlas, ir a los congresos, dar conferencias… Uno no sólo le pone el cuerpo sino también el alma”, finalizó.

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