Tanto estudiantes como docentes participaron y donaron sangre bajo estrictos controles de calidad y seguridad, los mismos que se realizan en el Hospital y “si bien había inscriptos alrededor de 70 personas, los donantes superaron los 100”, aseguraron los organizadores.

Para niños enfermos
Durante la charla, se hizo hincapié en la necesidad de donantes de sangre y en su “calidad de donante voluntario y habitual”. Explicaron que “en el Garrahan cada semana se transfunden aproximadamente 600 unidades de componentes de la sangre, para el tratamiento de niños que padecen enfermedades de mediana y alta complejidad”. Se brinda información al 4308-4300, internos 1731/1304 o 4308-2653.

Asimismo, informaron que “la sangre donada por la gente se utiliza para niños que padecen leucemias o anemias crónicas severas; también para aquellos que necesitan un trasplantes; los que son operados o sufren graves accidentes. Todos ellos necesitan transfusiones de sangre para recuperarse”.

Indicaron que para cubrir la demanda de las 600 transfusiones semanales, se necesitan 60 donantes diarios. En el nosocomio, se reciben 240.000 consultas médicas anuales; hay 9 mil cirugías de alta complejidad y 18.500 internaciones anuales. Los estudiantes Gisela Lorenzo y Cristian Atenor, de las carreras de Educación Especial y del Profesorado de Geografía del ISFD de Avellaneda, llevaron a cabo la organización y explicaron que “la sangre no puede fabricarse, no se compra ni se vende y sólo se obtiene de personas solidarias que la donen para ayudar a vivir a quienes la necesitan”; en tanto, que destacaron “la donación de sangre es un acto anónimo, voluntario y altruista, y siempre se realiza bajo vigilancia de personal calificado”.