Dictan talleres en escuelas de Wilde para disminuir actos de violencia entre alumnos

Es en la Media Nº10 y la ESB Nº41, que comparten el edificio ubicado en la calle Las Flores al 1600. Fue luego que surgieran peleas entre chicas en el barrio, que comezaron a ser trasladadas a la escuela y dificultaron la convivencia.

Los alumnos de la Escuela Media Nº 10 y de la ESB N º 41, que comparten el establecimiento ubicado en Las Flores al 1600, de la localidad de Wilde, participaron en talleres dictados especialmente para disminuir los actos de violencia y para difundir los valores del diálogo y el respeto por el otro.

Hasta aquí fueron tres talleres organizados por la directora de ambos establecimientos, Noemí Fanelli, por el equipo de orientación escolar integrado por Alejandra Pesce y Mariana Iácono; y por el Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia (EDIA) que conforman Nancy Ballestin y Valeria Linsalata.

Como en la mayoría de los casos, la violencia escolar no es un hecho inherente al ámbito educativo, sino que allí simplemente se refleja.

«En abril comenzaron las peleas entre las chicas, eran problemas del barrio y los traían a la escuela. Esto sucedía fuera del establecimiento, pero como eran alumnas de acá repercutía en la convivencia», explicó Nancy Ballestin.

El primero de los talleres estuvo orientado a identificar los conflictos y las situaciones de violencia, las cuales afectan a todos, ya sea como protagonistas o como meros espectadores.

En tanto, el segundo de los talleres estuvo destinado a trabajar sobre la resolución de conflictos, dividiendo el grupo en dos partes y abordando problemáticas cotidianas que los mismos alumnos planteaban.

«Contestaban lo que debería ser y lo que hacen, que era lo contrario. En ese sentido fuimos muy concretos y les explicamos que si alguien no tiene la determinación de detener una situación de violencia, ésta no solo no se detiene sola, sino que se complica más», explicó Ballestin.

El tercer taller consistió en la confección de afiches bajo la consigna «¿Y si nos tratamos mejor?» mediante el cual los alumnos identificaron los hechos de violencia, los expusieron gráficamente y abrieron el debate sobre cómo se debería proceder.

«Con los afiches uno se da cuenta de cómo son las cosas, que hablando se pueden arreglar los problemas», expresó el alumno Maximiliano Reaño.

En ese sentido, Ballestín remarcó que a partir de ahora tanto la Directora como el equipo de la escuela van a continuar acompañando este proceso iniciado por la comunidad educativa, mientras que el EDIA seguirá colaborando en forma externa.
Por otra parte, la directora del lugar, Noemí Fanelli, aseguró que la violencia es una problemática social que converge en la escuela y que muchos de los conflictos empiezan por las redes sociales, donde se insultan, se agraden y después se esperan en una plaza o una esquina.

«Los padres, en lugar de averiguar qué hacen sus hijos en su casa y en la redes sociales, se suben al caballo del chico y sin saber de qué se trata vienen a pedir respuesta a la escuela cuando nosotros no sabemos qué es lo que pasa afuera», remarcó Fanelli.

«Con los talleres empezaron a entender que las cosas hay que hablarlas – añadió Fanelli – es un trabajo que tiene idas y vueltas porque tienen un estilo de vida determinado y la mayor parte del día la pasan fuera del colegio».

«Los padres deberían controlar al chico en la medida de sus posibilidades, saber qué hace, para qué usa el facebook – sostuvo la Directora – el adulto tiene que supervisar esto y pautarlo de alguna manera».

«Es importante que los padres acompañen a sus hijos, que sepan dónde y con quién están, qué hacen y con quiénes se comunican, porque la mirada del adulto es fundamental para el crecimiento del chico», remarcó Fanelli.

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