Detienen a una pareja por falso testimonio e investigan su relación con la banda que atacó a Píparo

La pareja de testigos fue detenida en el marco del juicio que se realiza en La Plata por la salidera bancaria de la que fue víctima Carolina Píparo. La Justicia podría investigarlos ahora por su presunta vinculación a la banda que atacó a la mujer.

Por su parte, la médica que asistió a Carolina apenas llegó al hospital confirmó la relación directa entre las graves heridas padecidas por la mujer y la muerte, una semana después, de su bebé Isidro.

Los nuevos detenidos son Francisco Conde y Silvia Amado, quienes se contradijeron en reiteradas oportunidades en comparación con las manifestaciones efectuadas durante la instrucción de la causa.

Es que la pareja no sólo era vecina de Miguel “Pimienta” Silva, sindicado como el que marcó a Carolina en el interior del banco, sino que además el acusado utilizó un teléfono celular que figuraba a nombre de la mujer.

En su relato, Amado admitió que ese teléfono era suyo aunque dijo que “compraba celulares y se los prestaba a los amigos”, por lo que se sospecha puede existir una vinculación con los delincuentes a través de la entrega de líneas.

En la instrucción, ambos dijeron que Silva circulaba a bordo de una camioneta Ecosport, la cual se cree que funcionó de apoyo cuando fueron a asaltar a Carolina, pero hoy dijeron que no se acordaban de qué vehículo se trataba.

Debido a las contradicciones y “olvidos”, el fiscal Marcelo Romero pidió al tribunal la inmediata detención de los testigos por “falso testimonio”, a lo cual se hizo lugar.

Por su parte, la médica que atendió a Carolina después de que fuera baleada el 29 de julio de 2010 relató que la víctima ingresó al hospital “con riesgo inminente de muerte” y que el bebé nació “sin signos vitales” y debió ser reanimado.

Graciela Badín, jefa del servicio de emergencia del hospital San Roque de Gonnet, contó que cuando Píparo ingresó a su sector a las 12.10 vio que se trataba de una paciente “que presentaba lesiones severas, que ingresó en estado crítico, con traumatismos múltiples y severas complicaciones respiratorias y hemodinámicas”.

“Tenía el rostro y las ropas cubiertas de sangre y se veía un traumatismo en su cabeza, había que iniciar acciones inmediatas para mantenerla con vida”, declaró la especialista ante el Tribunal Oral Criminal 2 de La Plata, que desde el 4 de marzo juzga a siete hombres por el asalto que sufrió Píparo.

La médica recordó que la mujer, a pesar de las complicaciones para respirar, balbuceaba: “Por favor, mi bebé, mi bebé”.
“El índice de sobrevida que tenía era de 24,74 por ciento”, precisó la médica, que detalló que Carolina estaba “pálida, con los labios y mucosas azules, es decir con cianosis, y sudorosa, había un riesgo inminente para su vida”.

“Me impresionó que el disparo parecía venir de arriba hacia abajo”, remarcó al describir el balazo en el esternón y reconoció que “las heridas que tenía comprometían seriamente su vida, eran heridas mortales”.

El balazo que recibió Píparo “le perforó la pleura y el pulmón y le ocasionó un neumotórax que podía provocar la muerte”.

“El feto depende de las condiciones de la madre para vivir”, puntualizó Badín, por lo que en ese momento, dijo, “la prioridad fue la atención de la madre porque eso era lo mejor para el feto”.

Al no detectar latidos fetales, la médica dispuso una cesárea de emergencia, pero Isidro, nació a las 12.40 “sin signos vitales, no había pulso ni latidos cardíacos, por lo que requirió reanimación”, afirmó.

“Se le practicaron masajes cardíacos, aporte de oxígeno, adrenalina y respondió rápidamente a la reanimación a los 10 minutos”, precisó.

La médica recordó que Isidro “era un bebé de aspecto saludable, que pesó 3,400 kilogramos, era un bebé grande”, apuntó provocando el sollozo de Carolina, presente en la sala y que debió revivir los esfuerzos que se hicieron por salvar su vida y la de su hijo.

La defensora oficial del imputado Carlos Moreno, María Esther Vigorelli, preguntó a la médica si no se podría haber practicado la cesárea al momento de ingresar Carolina: “Hoy no tendríamos ni madre ni feto”, respondió en forma rotunda.

El fiscal de juicio Marcelo Romero explicó a Télam que la declaración de la médica confirma la “directa relación entre las lesiones que sufrió Carolina y la muerte de su pequeño hijo” y aseguró que, además, “confirma científicamente que hubo una tentativa de homicidio a la mujer y un homicidio en el bebe”.

Una fuente judicial explicó a Télam que las audiencias se reanudarán el lunes con los testimonios de otros médicos que atendieron a Carolina y a su bebé.

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