Denuncian al juez que absolvió a los acusados del crimen del custodio de Balestrini

La familia del custodio del ex vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini, asesinado en un asalto en 2010 en Laferrere, denunció que uno de los jueces que en octubre pasado absolvió a los dos acusados del crimen es amigo del abogado de uno de ellos, y que se fueron juntos de vacaciones cuando tenían que dictar el veredicto del juicio.

La presentación fue efectuada contra el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Matanza, Arturo Gavier, a quien se acusa de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y ya es investigado por el fiscal de ese distrito, Marcos Borghi, informó a Télam la abogada de la víctima, Adoración Gutiérrez.

El 2 de octubre pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza absolvió a Leonel Benavídez (25) y Leandro Hue Debaselar (29) por el “homicidio calificado criminis causa” del sargento Federico Adrián Francia (31).

La primera irregularidad que denunció la familia fue que el veredicto se dio a conocer 20 días después del plazo estipulado por ley, ya que los alegatos habían culminado el 12 de septiembre, y que se difundió por secretaría y sin la presencia de los jueces ni los imputados, quienes fueron liberados, explicó Gutiérrez.

A través de la red social Facebook, la letrada determinó que el juez Gavier y el abogado Marcelo Mazzeo, defensor de Benavídez, eran amigos y habían estado de vacaciones como “motoqueros” en el lapso en que se debía dar a conocer el fallo.

Con la impresión de las fotos, luego chequeada por un perito, la abogada denunció el hecho ante la fiscal general de La Matanza Patricia Ochoa, y se abrió una causa en la que Borghi ya citó a declarar a otros tres compañeros de viaje, dijeron fuentes judiciales.

“El juez se tendría que haber excusado de actuar en este juicio, por eso pedimos a Casación la nulidad del fallo y que se haga un nuevo debate”, explicó Gutiérrez, quien detalló que el magistrado y Mazzeo “viajaron por Córdoba y San Luis durante esos veinte días y después subieron 150 fotos a Facebook”.

La abogada, que estudió esa carrera para investigar el crimen de su propia hija y forma parte del Centro de Protección de los Derechos de la Víctima bonaerense, atribuyó esta situación a que “los jueces se creen impunes”.

En la denuncia, a la que accedió Télam, la madre y la hermana del sargento, Gladis Jaime y Ruth Francia, recordaron que participaron en calidad de “particular damnificado” en el juicio porque su “obligación moral era utilizar todas las herramientas legales para ayudar a que se sepa la verdad”.

“Pero como si fuese una burla del destino, cuando estábamos a punto de lograr que se haga justicia, todo se desmoronó con una sentencia absolutoria que nos dejó absortas. Y luego comprendimos que nada era casualidad y que la memoria de Federico había sido nuevamente mansillada”, afirmaron.

“El señor Gavier, en vez de haber estado deliberando en forma secreta con sus colegas como correspondía, se había ido de vacaciones. Mientras la familia esperaba justicia, el magistrado se paseaba por distintas provincias de nuestro país y lo hacía con el abogado del imputado”, enfatizaron.

La familia solicitó que se abra una investigación porque “Gavier, lejos de excusarse en atención a su amistad con el letrado patrocinante de uno de los acusados, dictó sentencia desatendiendo la garantía de imparcialidad del juzgador”.

Para Gutiérrez, “el juez cometió, de mínima, el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Durante el juicio hubo una reconstrucción del hecho en la que se determinó que el 29 de noviembre de 2010, cerca de las 23.10, Francia detuvo su Volkswagen Gol gris frente a un kiosco de Laferrere, partido de La Matanza.

El sargento asignado a la custodia del entonces vicegobernador Balestrini -quien en abril de ese año había sufrido un accidente cerebro vascular- se hallaba de franco y de civil, cuando se dirigió hasta el comercio.

Y cuando regresaba a su vehículo fue sorprendido por dos ladrones armados que lo
amenazaron para robarle el auto, por lo que el sargento se identificó como policía y extrajo su arma, tras lo cual se tiroteó con uno de los asaltantes.

Este delincuente disparó con un revólver calibre .38 -el cual nunca fue encontrado- y uno de los balazos impactó en el abdomen del policía, quien murió en el lugar.
Durante la etapa de alegatos del juicio, el fiscal Jorge Yametti y los abogados Gutiérrez y Alberto Palacio habían pedido al TOC 2 que los dos imputados fueran condenados a prisión perpetua, pero en fallo unánime Gavier y sus colegas José Lecce y Graciela De Palo los absolvieron.

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